La preeminencia de determinados doctores ha hecho que varios médicos, siendo también excelentes profesionales, hayan sido pospuestos en la presentación de sus biografías. Sin acudir a medianías, de vez en cuando será conveniente recordar a aquellos médicos algo olvidados que por alguna circunstancia tuvieron gran reconocimiento social. Igualmente, algunos de los más prestigiosos doctores en Salamanca tampoco han sido objeto de atención, porque cuando se encontraban en un buen momento se marcharon de esta ciudad. Seguidamente recojo brevemente las semblanzas de cuatro doctores, dos de la primera clasificación y otros dos de la segunda, pero limitándome a su estancia en nuestra capital.
Una persona amable que ya destacó como alumno de la Facultad de Medicina de Salamanca, donde también fue docente. Como investigador, le otorgaron numerosos premios por los avances alcanzados, y pasó consulta de su especialidad, la Otorrinolaringología, tanto en el Hospital Virgen de la Vega como en su casa de la calle Fray Luis de Granada. En su faceta más personal, tuvo tiempo de escribir un libro sobre su pueblo, Villavieja de Yeltes, y especializarse en Genealogía.
Trabajador, culto, sabio, afable y excelente persona, y merecedor de los premios, distinciones y homenajes que se le han dado, Sánchez Granjel “no dejó faceta, rama o especialidad que no estudiase”. Intelectual de memoria extraordinaria, sabía recordar en sus disertaciones anécdotas, hechos y personas. Afable, todo entrega y generosidad, supo conquistarse las simpatías de cuantas personas le trataron y le conocieron.
Tras licenciarse en Medicina, comenzó su labor asistencial como médico titular del pueblo de Nava de Béjar, en plena epidemia de la gripe. En 1921 aprobó las oposiciones a la Beneficiencia Municipal de Salamanca, y en 1925 comenzó a dar clases en la Facultad de Medicina. Desde 1926, y durante once años, fue presidente del Colegio de Médicos.
Una gran figura salmantina. Prestigioso médico, se ganó la confianza y el respeto de toda una generación de Salamanca, en la que se destacó por sus muchos y relevantes méritos. Adquirió generales simpatías por su carácter abierto, su bondadoso trato y su capacidad para granjearse amigos.
Catedrático de ‘Cosmografía y Física del Globo’, lideró una institución con cuatro frentes abiertos: la gripe de 1918, la colegiación obligatoria, la inexistencia de sede colegial y la falta de clínicas en la Facultad de Medicina
Una exposición pictórica, una velada musical y una conferencia magistral completan el programa diseñado para celebrar el nacimiento del Colegio en 1894
Una biografía breve, reuniendo unas hermosas semblanzas de don Darío Carrasco, ha sido publicada por don Luis Carlos TEJERIZO LÓPEZ en el libro La Real Academia de Medicina de Salamanca, Una crónica muy personal (Salamanca, 2006).
Ahora que estamos en el bicentenario de la Guerra de la Independencia parece oportuno y adecuado poner las miras en un descendiente directo de unas personas, — los Díaz— (como Miguel Díaz de Collantes) que tuvieron cierto protagonismo en aquella época en la villa de Salvatierra de Tormes. De aquella actuación pudiera haber nacido el gusto por la política a Eusebio Día y Díaz de Collantes, que fue diputado en las Cortes de la Primera Republica, en las de Amadeo I y en las de la Restauración, y que como diputado era conocido por el Charro de Salamanca. Si las semblanzas del anterior médico legan en momento adecuado, también las del que sigue llegan en buena hora, porque siendo don Emilio Firmat, muy amigo de don Miguel de Unamuno, este año que dedicado al tan insigne personaje, bien está exponer algo de sus amigos, aunque sea someramente.
Vulgarizar la ciencia, hacerla asequible a todas las inteligencias, y muy especialmente a todo aquello que a la vida y salud se refiere, es el mayor bien que puede hacerse a la humanidad…porque prevenir las enfermedades es de mayor mérito y utilidad que curarlas. Velar por la salud del pueblo es nuestro primer deber Evidenciarles las causas de las enfermedades, saber cómo éstas se adquieren y el sitio en que aquellas se encuentran vale tanto como aportar elementos de riqueza a los pueblos y evitar desgracias sin cuento a las familias