120 años de lucha por una Medicina “ética y reconocida”

Una exposición pictórica, una velada musical y una conferencia magistral completan el programa diseñado para celebrar el nacimiento del Colegio en 1894

Como escribía en 2003 el doctor Juan Ignacio Zorita-Viota y Sánchez, la agrupación de los médicos y cirujanos en cofradías o asociaciones se remonta a la Edad Media, una época en la que estos profesionales ya eran conscientes de la importancia de la unión para hacer frente a problemas como el intrusismo. No obstante, hasta finales del siglo XIX, cuando en distintas provincias se habían creado los denominados colegios “libres”, no se desarrolla el primer marco legal que contempla las instituciones colegiales tal y como las conocemos.

Este hallazgo supuso la confirmación de lo que eran rumores y comentarios

A pesar de la dificultad de rastrearen los orígenes de la institución colegial salmantina, dado que en el Archivo Colegial no se conservaba nada al respecto y el acceso a fuentes documentales de la época es complicado, con motivo del centenario de la organización se puso en marcha una investigación en la que se consiguió encontrar “ un comunicado de la Dirección General de Agricultura, Industria y Comercio” dirigido al presidente del Colegio de Médicos de Salamanca, de fecha 19 de diciembre de 1894, en el que la entidad es reconocida por la Reina regente como Corporación.

Facultad «libre» de Medicina en 1894

Como destaca el doctor Zorita-Viota y Sánchez, este hallazgo supuso la confirmación de lo que hasta entonces eran “rumores y comentarios”, la fundación del Colegio en 1894, un año en el que se crearon otras cinco instituciones, las primeras en España, después de la madrileña, constituida en 1893.

El 2 de diciembre de 1894, unas semanas antes de la comunicación de Agricultura, Industria y Comercio había tenido lugar en el Salón de Grados de la Universidad de Salamanca el solemne acto de constitución del Colegio salmantino, tal y como exponía el doctor Luis Sánchez Granjel -historiador, miembro de la Real Academia Nacional de Medicina y catedrático emérito de Historia de la Medicina de la Universidad- en un amplio artículo publicado en la revista “Salamanca Médica” entre diciembre de 2003 y junio 2004.

En 1895 vio la luz “La Regeneración Médica”, una publicación creada por el Colegio de Salamanca con el objetivo de difundir y defender los intereses profesionales del colectivo médico salmantino. Como cuenta Sánchez Granjel, la Redacción se estableció en el número 2 de la calle de San Justo, su precio de suscripción anual era de 6 pesetas y sus páginas se ofrecían a todos los socios”. La desaparición de este órgano de expresión que, como la actual revista “Salamanca médica”, no sólo daba cabida a asuntos profesionales, sino también a cuestiones artísticas. “Su desaparición coincide con la imposición del Colegio Médico oficial, que inicia su presencia en la vida médica salmantina comenzado el año 1899”, relata el historiador.

Y es que unos meses antes de la aprobación del Colegio de Médicos de Salamanca, las agrupaciones médicas, hasta entonces privadas, habían obtenido el respaldo oficial a través de un real decreto que contemplaba la posibilidad de que la Administración “consulte sobre asuntos profesionales a los Colegios Médicos reconocidos por Real Orden”. Aunque, como explican los doctores Sánchez Granjel y Zorita-Viota, no es hasta el 12 de abril de1898 cuando a estas corporaciones se les concede carácter oficial en otro decreto que obliga a crear colegios médicos “en todas las provincias del Reino de España” y establece la colegiación obligatoria.

308 colegiados

Pese a todo, estas directrices, que no estuvieron exentas de controversia en el país, no se hacen efectivas hasta 1917, cuando se produce “el tránsito del asociacionismo libre a la colegiación obligatoria”. El cambio también originó “una agria polémica” en Salamanca, coincidiendo con la elección de la primera junta directiva de la nueva etapa colegial, y que más tuvo que ver con el debate suscitado en torno a la libre u obligatoria colegiación.

Desde ventonces se ha multiplicado casi por ocho el número de colegiados

Una vez confirmada esta última, y para responder a las directrices administrativas, se inicia un listado nuevo de miembros. La tradición colegial de Salamanca, indica Zorita-Viota, hacía que pocos médicos quedaran “al margen del Colegio”, y el cumplimiento legal termina con la inscripción de 308 facultativos, todos los que ejercían entonces en la provincia, siendo el doctor Ramón Acedo San Matías el colegiado número 1.

Desde entonces se ha multiplicado casi por ocho el número de miembros (el pasado año se cerró con 2.434 en Salamanca) y ha cambiado considerablemente su perfil, ya que actualmente cuatro de cada diez colegiados son mujeres.

Lo que no ha variado en exceso con el paso de las décadas son las preocupaciones que marcan -entonces y ahora- el día a día de la institución colegial: “intrusismo, publicidad, colegiación obligatoria, certificaciones, protección social, cuotas…”. Tampoco “la escasa afición” de los profesionales de la provincia por las asambleas, como recoge el doctor Juan Ignacio Zorita-Viota en su reseña de 2003, aludiendo a las actas de las primeras asambleas, que reflejan, sin embargo, que los médicos rurales eran los que más asistían a las reuniones, un hecho de gran valor, dado “lo costoso que resultaba desplazarse antaño”.

Actos por el 120 aniversario

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