El profesor Cañizo obtuvo la Cátedra de Patología Médica de Salamanca con 27 años, los mismos que permaneció en ella
También en el cine español hay películas notables que ofrecen interesantes retratos de profesionales de la Medicina en clave de ficción. Como muestra y anticipo de las que podamos comentar más adelante, hemos elegido una reciente, particularmente atractiva y que representó el comienzo de la carrera cinematográfica de su directora, Patricia Ferreira, hasta entonces realizadora de televisión especializada en documentales. Se trata de Sé quién eres, estrenada en el año 2000.
Cuando nos disponemos a celebrar con una magna exposición la contribución como médico y político de don Filiberto Villalobos, es necesario que los salmantinos recordemos la obra que más le costó lograr a nuestro ilustre antepasado, el Hospital de los Montalvos.
Nos acercamos a Don Pedro Amat con el profundo respeto que nos merece una persona que lo ha sido, si no todo, sí muchas cosas en Salamanca, decano, rector y ante todo catedrático. Por nada del mundo quiere que se obvie su condición de profesor y el contacto con los alumnos y compañeros en torno a su gran pasión, la anatomía. La aparente seriedad que nos infunde inicialmente la diferencia de edad, se viene rápidamente abajo por la gracia y el salero que denotan sus respuestas. Responde con la claridad y la contundencia que proporcionan la lucidez mental y la felicidad de una carrera bien llevada, paso a paso, y apoyada siempre en la familia.
Preguntáronles en cierta ocasión a los escritores hispanohablantes Borges, García Márquez, Octavio Paz y al académico español Torcuato Luca de Tena cuáles eran las palabras más hermosas del idioma. Unos respondieron por el significado del concepto: arte, salud, amor, justicia, vida y otros por su belleza fonética: nenúfar, azul, melancolía, luz, miel, Andalucía. Yo añadiría frenesí y elegancia. Frenesí porque me da sensación de vértigo y cosquilleo en la nuca. Elegancia me suena a cisne, caballo español, perfume soberbio y señora estupenda. Para José Luis Arranz, cirujano plástico de pro, es la facultad de pasar por la vida como pisando sobre algodón, sin molestar. Tal vez una deformación profesional que denota sutileza y cuidado con lo humano, que no con lo humanista. Guzmán Tamame, amigo de mi infancia zamorana y ahora especialista de la senectud, aboga por el primum non nocere en cualquier momento y eventualidad de la vida.
Estimo oportuna la difusión de este artículo, que figura en dos publicaciones de nuestra Sociedad de Conciertos, a raíz de lo escrito por el crítico musical de un importante diario madrileño afirmando que por primera vez ha sido posible oír en Madrid esta Sinfonía de Mahler en 2004. Lo cierto es que en Salamanca esto ocurrió el 29 de octubre de 1976 en el gran concierto con el que nuestra Sociedad inauguró la temporada 1976-1977.