“Las ofertas para abrir y subvencionar hospitales de convalecientes fueron muy variadas y procedentes de distintos pueblos de las comarcas salmantinas. Se trataba de inmuebles con escasas dotaciones y con pocos medios sanitarios, más que la buena voluntad de los vecinos, que los acogían, alimentaban y curaban sus heridas bajo la dirección del médico del municipio”
“Quien, al aplicar su sabiduría, pone su corazón en ello, será llamado maestro y será recordado con devoción”
“Benicio Sanz Colomo era un médico fuera de serie. Terminó la licenciatura en Medicina con muy buenas notas y no se paró a pensarlo, se fue a ayudar a los que más le necesitaban, a África, a curar a los leprosos”
A través de breves semblanzas, el autor recuerda a los inspectores y jefes provinciales de Sanidad de Salamanca entre 1904 y 1944, año en el que se aprobó la Ley de Bases de la Sanidad Nacional
“El miedo a una enfermedad contagiosa se difunde rápidamente en la sociedad. Como contrapunto, la difusión de avances médicos y hallazgos medicinales han producido a lo largo de nuestra historia fenómenos sociales de esperanza desmesurada en remedios, fármacos o atenciones”
Estos hermanos gemelos ejercían la Medicina desinteresadamente, sin cobrar por su trabajo. Su fama se desbordó cuando practicaron con éxito el trasplante de una pierna, y fueron martirizados durante el reinado de Diocleciano
El autor menciona “a una veintena de médicos dedicados a curar enfermos del aparato respiratorio”, así como algunos sanatorios creados con el fin de atender a los pacientes con tuberculosis
La Obra Sindical del 18 de Julio compró el convento de las dominicas del barrio de Las Pajas y lo equipó para destinarlo a hospital. El final de la edificación es conocido por los salmantinos: se abrió como residencia para personas mayores dependiente de la Comunidad Autónoma
Un acercamiento a dos ginecólogos coetáneos, compañeros y con otras concomitancias entre sí Dedico este trabajo a los médicos ginecólogos de Salamanca, aunque con más precisión tendría que decir a especialistas en matriz y partos, tocólogos, profesores de Obstetricia y de Ginecología. Especialmente quiero recordar a D . Joaquín Vicente, con quien compartí ratos de
Seleccionado este doctor, me las prometía muy felices a la vista de tres expedientes académicos, y otro que esperaba poder examinar. Con estas consultas, la de la prensa y quizás algo más que hubiese en internet, tendría suficiente para escribir un par de planas sobre la biografía de este médico salamantino. Más, ¡ay!, mi esperanza y mi gozo inicial se fueron desvaneciendo poco a poco. Los expedientes tenían los datos repetidos, y no pasaban de 1955; los demás medios informativos no daban noticia alguna. ¡Lástima tanto silencio!, pues, como veremos, en los estudios universitarios fue un alumno excepcional y extraordinario.