En las desavenencias de quienes discuten hablando en una misma lengua, se empieza con miradas airadas, se pasa luego muchas veces a los gritos, y se acaba de la peor de las maneras. Sirva de ejemplo el cómo están rodando los acontecimientos tras la secuencia de hechos coherentes que anoté en mi último artículo.
El día 7 de octubre se ha clausurado en el Museo Nacional del Prado una exposición temporal sobre el pintor Joachim Patinir, que ha constituido un gran éxito mundial ya que, junto a los cuatro magníficos cuadros de este pintor que posee nuestro Museo del Prado, se han exhibido otra veintena de ellos, procedentes de muchos museos de todo el mundo. De ese pintor existen 29 cuadros conocidos, de él o de su taller, y afortunadamente nosotros poseemos cuatro en el Prado y uno muy pequeño en el Museo Thyssen.
El nuevo documental de Michael Moore ha levantado en su país de origen aún más polémica que el anterior. Si Fahrenheit 9/11 (2004) se ideó para intentar que Bush no fuese reelegido como presidente de los Estados Unidos, lo que le supuso el airado boicot de los republicanos, Sicko ataca sin piedad el modelo sanitario de norteamericano, aboga por la socialización de la sanidad y se vale de los héroes del 11 de Septiembre para ensalzar a naciones como Cuba.
Un desideratum irrenunciable de cualquier país o nación es que el razonamiento humano consiga a toda costa el consenso universal en la aceptación de las normas que rigen la convivencia entre las personas. [Entre ciudadanos, suele decirse; sin pensar que las tribus y las agregaciones nómadas son anteriores a la civitas; previas, por lo tanto, a las colectividades urbanas]. Tales son las llamadas genéricamente leyes de “educación cívica”. Como la que ahora (con el solemne rechazo de la Conferencia Episcopal) propone el Gobierno de R. Zapatero en la llamada enseñanza secundaria.
Vivir en arte no es sólo amar el arte, es hacer de ello casi una segunda profesión, algo para enriquecer continuamente la vida, con todo lo que la visión de la naturaleza nos ofrece y con lo que puede ser captado por nuestra sensibilidad en viajes, visitas a museos, exposiciones e incluso contemplando las evoluciones de las estaciones y los distintos paisajes aunque nos sean familiares.
Especialista en segundas y terceras partes, o en copias más o menos descaradas, de películas de éxito –MacArthur, el general rebelde (1977); Tiburón, la venganza (1987)– y con algún que otro título muy rentable en su haber –Los traficantes (1973); Pelham 1.2.3. (1974)–, el veterano Joseph Sargent ha realizado también numerosos telefilmes que en ocasiones han saltado a la pantalla grande. En 2004 dirigió para Time Warner, a través de HBO, una singular biografía de Vivien Thomas, ayudante del eminente cirujano Alfred Blalock, que en España ha recibido el título de A corazón abierto.
No alarmarse amigos que esto no va de filosofías. Va delo que, a la postre, el sentido común empieza y acaba siendo la regla de oro de la lógica aristotélica. Una regla sutil impresa en el alma como base de la lucidez. La que permite intuir lo obvio; y, en consecuencia, tras encadenar series de razonamientos deducidos, llegar a comprender lo complicado. Es edificante el verso de García Lorca (víctima del sentido propio de un autarca) en el que uno de sus personajes medita: “la luz del entendimiento me hace ser muy comedido…” Las luces de Aristóteles, las luces que comparten todos los humanos no tarados, son esas luces del entendimiento, es decir, las luces del discurso entre las personas que conocen los códigos del lenguaje.
En 1919, Robert Wiene lleva a cabo uno de los tours de force más emblemáticos de la historia del cine. Sin ánimo de repetir aquí los lugares comunes tantas veces expuestos, con mayor o menor rigor, es posible asegurar que la importancia de este título ha acabado ensombreciendo uno de los pilares fundamentales del relato: la figura del médico protagonista, director de un sanatorio envuelto en el confuso sueño de su paciente.
“A comienzos del siglo XX debería haber quedado claro que ningún sistema explica el mundo en todos sus aspectos y detalles. Haber contribuido a desterrar la idea de una verdad tangible y eterna quizá no sea una de las glorias menores del desarrollo científico”. El autor de estas líneas, Francois Jacob, premio Nobel de Medicina, en su libro El juego de los posibles aúna al humanismo y al hombre de ciencia para invitar a una apasionante reflexión sobre la historia de lo vivo y los mecanismos, todavía misteriosos, de la evolución. ¿Cómo apareció la sexualidad? ¿Cómo explicar el envejecimiento? Y, lo que es más extraordinario aún, ¿cómo se produce el desarrollo del embrión a partir de un huevo fecundado?
José Luis Pérez Fiz siempre ha sido muy admirado para mí, por su extensa cultura sobre la historia del arte y por ser un auténtico creador de pintura. Ese tipo de artista raro de encontrar, que trabaja callada y silenciosamente, procurando dotar a su obra de las máximas excelencias que ha logrado siempre el gran arte de la pintura, incluso creando nuevas técnicas y llevando al lienzo otras materias que pudieran también enriquecer sus creaciones.