Tres doctores de la primeramitad del siglo XX: D. José Carlos Herrera, D. Daniel Mezquita y D. Pablo Beltrán de Heredia

Por Ramón Martín Rodrigo

Licenciado en Geografía e Historia y en Historia del Arte
y doctor en Geografía e Historia

A la hora de elegir a tres doctores eminentes para presentar unas breves semblanzas de los mismos, he procurado que los elegidos tuvieran algo en común. Pronto he hallado algunos hechos en los que hay analogía: época de estudios, docencia, ejercicio profesional y cargos. Para que mejor se vean sus coincidencias en la sociedad salmantina, además de ser coetáneos y compañeros, escribo en color otros hechos destacados de esa semejanza

Dr. D. JOSÉ CARLOS HERRERA

Catedrático y presidente del Colegio Médico
de Salamanca

Este doctor nació en 1887 en Logroño, ciudad en la que tenía domicilio su padre, militar que procedía del pueblosalmantino Puerto Seguro. Estudio la carrera de Medicina en Salamanca, siendo becario de Colegios Mayores. Terminósu licenciatura hacia 1905, pues al año siguiente presentaba sutrabajo en la Universidad Central para la obtención del título de Doctor. Sus notas fueron brillantísimas: en licenciatura, 15premios, mención honorí­ca, 24 sobresalientes; en el grado delicenciado, sobresaliente; en el doctorado, dos matrículas de honor y cuatro sobresalientes; y en grado de doctor, sobresaliente.

La tesis doctoral versó sobre ‘La enfermedad de Roger.’ En este trabajo estudió la enfermedad que se conocía como cianosis (o azul), analizando la estructura del corazón, las causasde la enfermedad, los síntomas y el tratamiento, incluidos loscasos de los niños.

D. José Carlos enseguida formó parte del Claustro Universitario salmantino, y prontamente comenzó a destacar en laprofesión y en Salamanca. Así, vemos que ya escribió el artículo‘ Algunas notas sobre la regulación de la lactancia’ en la ‘Revista Médica Salmantina’ (octubre, 1906). En ella escribían prestigiosos doctores, como Royo Villanova, Arturo Núñez, FranciscoDíaz, Tomás R. Pinilla, etc. También D. José Carlos realizó en la aludida revista el índice temático de todos los términos contenidos en cada volumen anual de la misma.

El doctor Herrera tuvo su consulta en la Plaza Mayor

En 1906 fue nombrado auxiliar interino de la Facultad de Medicina de Salamanca. Al año siguiente sacó la oposición de auxiliar numerario del 7º Grupo de la Universidad de Salamanca. Su deseo de ampliar conocimientos se dejó ver en que, entre1909 y 1911, solicitó pensión para ampliar estudios en Berlín y en París, pero parece ser que no llegó a irse a ninguna nación extranjera.

Se presentó a la Cátedra de Ginecología y a la de Obstetricia (o conjuntas) de las siguientes Facultades: Salamanca, 1912; Valladolid, 1912; Granada, 1914 ;Cádiz, 1916; Barcelona, 1916; Sevilla, 1916; Cádiz 1919; y, ­finalmente, de nuevo en Salamanca, donde sacó la plaza, siendo nombrado catedrático con fecha de 11 deenero de 1919. Y además, se presentó a la plaza de médico de la Benefi­ciencia de Segovia en 1912; y médico de la Bene­ficiencia de Salamanca (1917) y a la Cátedra de Higiene con prácticas de Bacteriología sanitaria en Granada, en 1913. Por tanto, durante unos diez años consecutivos realizó diez oposiciones a cátedras, coincidiendo ocasionalmente dos en un año, y además se presentó también a otras dos plazas de médico de la Bene­ficencia.

En 1920, el doctor José Carlos Herreraera presidente del Colegio de Médicos de Salamanca

Según él mismo anotó como méritos en su hoja de servicios, aprobó la oposición de la Benefi­ciencia de Segovia y de Salamanca, la de Higiene de Ganada, la de Obstetricia de Cádiz, y la cátedra de Ginecología de Salamanca, pero no especi­fica si alguna de esas oposiciones superadas fueron, como se diría en la actualidad, aprobado “sin plaza”. Por entonces contrajo matrimonio con Clara Hernández del Valle, vinculada con Fuentesaúco. En 1920 era presidente del Colegio Médicos de Salamanca, y al siguiente año, bajo su presidencia, se reunió una comisión para el estudio ‘Provisión de vacantes: Modi­cación de los Estatutos’. Además, ejercía como especialista en la ciudad, y ‘El Adelanto’ incluye varios días el siguiente anuncio:

Entre otros méritos, tenía, en esas fechas, haber asistido a los Congresos Internacionales de Medicina de Lisboa, Budapest y Londres; y a los Congresos Nacionales, como el Antituberculoso de Zaragoza y el de Obstetricia y Pediatría de Madrid. Además, era miembro de la Academia Médico Farmacéutica de Salamanca y médico supernumerario de la Maternidad de Salamanca. Con ese bagaje, que era muy destacado para sus pocos años, reunía una serie de puntos para concursar a otro destino.

Había pedido traslado a Madrid en 1919, que no consiguió. Pero tres años más tarde logró, por concurso de traslados, la Cátedrade Obstetricia y Ginecología de Santiago de Compostela. Cesó por tanto en Salamanca con fecha 20 de septiembre de 1922. De su actividad en Santiago aquí ya no es preciso hablar. Murió en 1939. La Junta Nacional de Responsabilidades políticas revisó si había tenido signi­ficación y actuación izquierdista. Sobre esto nada pudo informar el Rectorado de Salamanca. Su viuda activó con rapidez el expediente de viudedad y, como se recoge en la obra ‘El Franquismo y los intelectuales: la Cultura del Nacional Catolicismo’,por Antonio Martín Puerta, a la hora de su rehabilitación, su viuda obtuvo los derechos del previo ejercicio (B.O. E de XII de 1940).

DR. D. DANIEL CÁNDIDO MEZQUITA MORENO

Catedrático y secretario del Colegio Médico de Salamanca

El doctor D. Daniel Cándido Mezquita Moreno

El resumen biográfi­co de este doctor se encuentra con facilidad en internet nada más poner su nombre y profesión. Se debe a que en 1960 fue nombrado académico de la Real Academia Nacional de Medicina, ocupando la medalla 31. Por eso, aquí me limitaré a sus años de catedrático en la Universidad de Salamanca. En ella desarrolló la docencia desde 1914 a 1922, esto es, nueve cursos. Nació D. Daniel en Valladolid en 1887. En esa ciudad realizó los estudios de Secundaria y la carrera de Medicina. Siendo alumno del Instituto G. y Técnico de Valladolid, fue designado para asistir a la coronación de Alfonso XIII, y el Gobierno de la nación le concedió la Medalla de Plata de Alfonso XIII.

En licenciatura obtuvo sobresaliente en todas las asignaturas –28–, mereciendo en 18 de las mismas matrícula de honor y siendo tres años pensionado. En 1909 obtuvo Premio Extraordinario en el Grado de licenciado. Y el doctorado lo ganó por la Universidad de Madrid en 1911. En la Facultad de Medicina de Valladolid, desempeñó docencia como profesor de prácticas, ayudante y auxiliar por oposición, que sacó en 1913. Al año siguiente ganó la oposición a la Cátedra de Anatomía y Técnica Anatómica Descriptiva de la Universidad de Salamanca.

El doctor Mezquita asistió en 1915 al primer Congreso de Doctores en Madrid y pidió traslado

Llegó, pues, a Salamanca en diciembre de 1914, joven y con éxito. Lógico es suponerle ganas de trabajar. En ocho años no es mucho lo que se puede hacer. Sin embargo, también fue importante su paso por Salamanca, y fue una pena su marcha, como la de otros tantos eminentes profesores de esta Universidad. Indirectamente, tenemos una breve descripción moral del mismo en ‘Tribuna Escolar’ en 1922, tras haberse presentado a la Cátedra de Anatomía de la Universidad de Madrid: “Se esperaba como seguro catedrático de la Central por sus brillantes ejercicios. El señor Mezquita, hombre de recio carácter, ocupado constantemente en la labor de su Cátedra y su consulta, nos ha recibido amablemente en el despacho, y sus manifestaciones han sido muy comedidas”. Es decir, que en Salamanca siguió estudiando y con afán de promoción, que luego alcanzó en las cotas más altas.

El edificio que albergó la antigua Facultad de Medicina de Salamanca.

En 1915 asistió al primer Congreso de Doctores en Madrid y pidió traslado a la Cátedra vacante de la Universidad de Sevilla. Por entonces debió de contraer matrimonio. Entre sus publicaciones, hay que recordar que en Valladolid fundó y dirigió el periódico cientí­fico y profesional ‘Notas Médicas’; y estando en Salamanca, en el 1919 reseña tres obras: ‘La raquianestesia en cirugía’; ‘Cartilla Sanitaria’ y ‘Manual de Técnica Anatómica’. La segunda fue califi­cada por la subsecretaria de Instrucción Pública como “obra pequeña, pero útil y que merece elogios”; y la tercera, de “mérito relevante por su método excelente, lenguaje apropiado y castizo, estilo claro y erudición copiosa”. Este manual fue posteriormente publicado en Madrid, en 1952. A las tres referidas le siguió, en 1921, la titulada ‘Un poco de pedagogía general universitaria y especial anatómica. Un programa para el estudio’. En 1918 solicitó al Rectorado de la Universidad la creación de un laboratorio de Biología Experimental, y en 1920 pidió la acumulación de la Cátedra de Patología Quirúrgica, que le fue concedida la de un grupo. En 1922, logró por concurso de traslados la Cátedra de la Universidad de Sevilla, con lo cual cesó en Salamanca el 31 de diciembre de 1922.

Fuera de la docencia, en Salamanca fue secretario del Colegio Médico de Salamanca, consultor del Dispensario de la Cruz Roja y médico propietario de la Comisión Mixta de la Diputación Provincial en 1922. Una actividad menos conocida de D. Daniel fue la política; a­liado al partido de Santiago Alba, fue en Salamanca el presidente del Comité de partido albista, es decir seguidor de D. Santiago Alba.

DR. D. PABLO BELTRÁN DE HEREDIA Y VELASCO

1895- 1965. Profesor Adjunto de la Fª. de Medicina. Encargado de Cátedra. Médico de la Beneficencia. Tesorero del Colegio Médico de Salamanca

El doctor Pablo Beltrán de Heredia

Las personas eminentes en Salamanca apellidadas Beltrán de Heredia han sido varias. Por eso debemos fi­jarnos en el segundo apellido, Velasco, que marca claramente su identidad. Una breve biografía de este doctor ha sido recogida por Sara Núñez en su tesis doctoral. D. Pablo B. de H. Velasco unía en sus genes los procedentes de Álava por su padre, D. Pablo B. de H. Saracha, y los de Salamanca, por su madre, Isabel Velasco. Su padre era farmacéutico en nuestra ciudad, en la calle de La Rúa, número 45. Pablo Beltrán de Heredia y Velasco nació en 1895, y le habían precedido sus hermanos Félix, Antonio y Luis, que también realizaron estudios. Realizó los siete cursos de Medicina en la Facultad de Salamanca desde 1912 a 1919. Consiguió 20 sobresalientes, de los cuales 13 con Premio, como también sacó sobresaliente en el Grado, y había sido alumno interno, por oposición. Con ocasión de lograr una matrícula de honor en Patología Médica segundo curso, él y otros con igual cali­cación fueron obsequiados por don Agustín del Cañizo con una comida íntima en el hotel del Pasaje (‘El Adelanto’, 1 –VI- 1918).

En 1921, comienza la docencia en la Facultad de Medicina de Salamanca como auxiliar temporal de la Facultad de Medicina de Salamanca, como eran también Vicente Gaite, Julio S. Salcedo y Juan Vicente Tapia (‘Memoria de la Usal’, de 1921- 1922). Como cada cuatro años se renovaba el contrato, en diciembre de 1925 se lee lo siguiente: “Perciban la grati­cación de auxiliares temporales D. Casto Prieto, D. Juan Vicente Tapia, D. Serafín Pierna y D. Pablo Beltrán de Heredia, que imparte Anatomía Descriptiva”.

Pero fuera por lo que fuera, quizás por propia decisión, D. Pablo B. de H. dejó la docencia, por unos años, el 30 de junio de 1930. Como era médico de la Bene­ficencia Municipal de Salamanca, por oposición ganada en 1915, y tenía otros cargos y abierta consulta de cirujano en Salamanca, en la plazuela de San Juan de Sahagún, podía vivir sin el trabajo de docente. Pero al ocurrir el Movimiento Nacional, rápidamente fue militarizado con el grado de capitán médico. Acabada la guerra, en 1939 se propuso nuevamente para auxiliar temporal de la Facultad de Medicina de Salamanca, en la que, ahora ya puntualmente, se le iba prorrogando el empleo cada cuatro años, en tanto que se encargaba de la Cátedra vacante de Anatomía Descriptiva. En 1947, fue nombrado profesor adjunto de la referida Cátedra.

Su publicaciones y méritos son: ‘Estudio de las peritonitis generalizadas’; ‘Contusiones del abdomen’ (‘La Tribuna’; 1921 y 1922). También lo hizo en la revista ‘Víctor’, pero estos artículos no los reseñó en su méritos, en 1929, cuando señaló las siguientes publicaciones: ‘Quistes hidatídicos de pulmón’ , ‘Métodos actuales de transfusión sanguínea’, Id. Boletín, ; ‘Anastesia de los nervios esplenénicos. Tratamiento de las varices Id Boletín’. Las cuatro en el Boletín del Colegio Médico de Salamanca. Y además, ‘Tratamiento de los símcopes anestésicos’ y ‘Arteriografía cerebral’.

Además de los méritos expuestos, él, en su hoja de servicios, señaló los siguientes: cirujano supernumerario del Hospital de la Santísima Trinidad; cirujano honorario del Asilo de la Vega; médico de la Compañía de Ferrocarriles del Oeste de España; tesorero del Colegio Médico y diploma concedido por el Ayuntamiento de Candelario por los servicios prestados durante la epidemia gripal de 1918. Esto último quiere decir que, recién terminada la carrera, fue a ejercer a este pueblo de la Sierra de Béjar. En esos méritos de carácter o­cial lógicamente no se incluyen los prestados de forma particular mediante iguala o sin ella, como cirujano, su peculiar especialidad. Murió en 1965.

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