Ilmo. Sr. Dr. D. Ángel GarcíaHernández

Por Ramón Martín Rodrigo

Licenciado en Geografía e Historia y en Historia del Arte
y doctor en Geografía e Historia

“El ginecólogo, que procura disminuir los sufrimientos en el nacimiento sin poner en peligro ni a la madre ni al niño y sin menoscabar los lazos del afecto maternal” (Pío XII, discurso)

De Don Ángel García Hernández ha dejado publicados unos gratos perfiles D. Carlos Luis Tejerizo. Sin embargo, creo que en versión digital aún no se ha divulgado suficientemente su biografía. Y es conveniente hacerlo, porque en poco tiempo el velo del olvido ha avanzado rápidamente, quizás por haber tenido D. Ángel un nombre y unos apellidos corrientes, poco sonoros. Sin embargo, una persona relevante que trabajó mucho y eficazmente en la docencia y en la práctica de la Medicina, merece ser recordada no en una, sino en diversas y continuadas ocasiones.

Por eso quiero exponer brevemente su biografía, señalando los hechos más destacados de este prestigioso ginecólogo y eminente catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca.

Nacimiento, infancia y primeros estudios

Recién acabado aquel infausto y fatídico año de 1918, el de la epidemia gripal, la del ‘Soldado de Nápoles’, que también se llevó consigo a más de un médico, en enero de 1919 vio la luz en la villa de Tamames un niño al que sus padres pusieron por nombre Ángel Benito, aunque siempre fue llamado únicamente Ángel. Nombre acertado, pues fue luego un estupendo ángel, guía y conductor de infinidad de niños que iban a nacer en la ciudad del Tormes. Sus padres fueron José Antonio García y Luisa Hernández; él, médico del mencionado pueblo, y ella, natural de Tamames, matrimonio que también tuvo otros hijos.

En esta villa, que recuerda a Sancho IV y a los Godínez de Paz, centro comarcal de dehesas y pueblos de la Huebra, se crió encantado el niño Ángel García, y siendo niño aprendió las primeras letras en las viejas escuelas. Y seguramente, ya mayorcito, acudiría con frecuencia a ver el mercado semanal de los martes, con su ferial, expositor extraordinario de animales y aperos de labranza, con cántaras y otros objetos de cerámica expuestos en amplia plaza, delimitada por la iglesia y el Ayuntamiento, que se construyó tres décadas antes, siendo alcalde D. Manuel Rodríguez San Miguel. Y digo todo esto por cuanto, por alguna referencia, sé que, ya de mayor, D. Ángel volvía a su querido Tamames en cuanto podía. Allí pasaba parte del verano, donde seguía viendo a sus amigos de la infancia, a los que siempre estuvo muy unido; nunca fallaba en las fiestas de septiembre en honor del Santísimo Cristo del Amparo, del que fue mayordomo junto con sus hermanos, y en el año 1990 realizo el primer pregón de su pueblo.

Licenciatura

Tras realizar en Salamanca el bachillerato durante la II República (probablemente por el plan de 1926), por la Guerra Civil se ve obligado a interrumpir sus estudios. La Guerra Civil trajo consigo infinidad de problemas, como la interrupción de las carreras universitarias, el cambio de profesorado, la tardanza de la concesión de títulos…

Ángel García, todavía muy joven, tuvo que servir como conductor de camiones del Ejército en Zaragoza. Acaba la contienda, comienza la carrera de Medicina en el curso de 1939-1940, aprobando en ese año once asignaturas de primero y segundo curso. Sigue los cinco cursos restantes año por año hasta completar el séptimo, siendo sus notas francamente buenas, como se ve por ocho sobresalientes, con premio en cuatro de ellos. Terminada la carrera y el grado de la misma, obtiene el título de Licenciado en Medicina y Cirugía en agosto de 1945.

Profesor adjunto titular de la Cátedra de Obstetricia y Ginecología en la Facultad de Medicina de Salamanca

Inmediatamente tras su licenciatura, D. Ángel García comienza la docencia como profesor ayudante de clases prácticas en el Departamento de Obstetricia y Ginecología durante dos cursos. Pasó luego, en virtud de concurso-oposición, a ser adjunto titular de la mencionada Cátedra a partir del curso 1947-1948, continuando en la misma categoría hasta el curso 1970-1971.

A partir de octubre de 1971, ganando por concurso-oposición la categoría de agregado titular, los desempeñó por dos cursos más. Simultáneamente a estos servicios, desempeñó como encargado de Cátedra la vacante de Obstetricia y Ginecología quince cursos completos.

También en ese tiempo realizó los cursos de Doctorado en Medicina, con calificación de sobresaliente, por la Universidad de Madrid (1951). Fuera de estos datos, y en otro orden de cosas, es preciso señalar que en 1953 contrajo matrimonio en Madrid con doña María Sánchez de Madrid, con quien tuvo dos hijos, Helena y Ángel.

En el extranjero: en el Instituto Roussy de París

Siendo adjunto de la Universidad de Salamanca, consiguió una beca para completar su formación en el Instituto del Cáncer Roussy de París. La salida, en este caso a Francia, supuso entre otras cosas el aprendizaje del francés. También tuvo que aprender en alguna medida el alemán y, sobre todo, el inglés de forma suficiente para poder seguir las publicaciones en este idioma y ver así publicadas muchas de las suyas.

En Francia trabajó con el doctor Denoix, junto con un grupo de renombrados hombres de ciencia que tenían a su cargo los servicios de Medicina en diversas especialidades en el aludido Instituto y en la Maternidad de Rothschild. Allí trabajó con el doctor Kritter, jefe de los servicios de Ginecología, y en la Maternidad Rothschild realizó los cursos de parto sin dolor.

Con el bagaje teórico y práctico de los nuevos avances médicos, especialmente formado en la psicoprofilaxis del dolor en el parto y en el descubrimiento precoz del cáncer uterino, regresó a España, donde puso en práctica la experiencia adquirida y, además, hizo varias publicaciones.

El parto sin dolor

Sobre el nuevo método decía Pío XII: “Se afirma que en Rusia y China se ha utilizado ya en centenares de millares de casos. Se ha implantado también en diversos países de Occidente… Las Casas de Maternidad organizadas exclusivamente según estos principios, son poco numerosas hasta el día de hoy en Occidente” (Discurso de Pío XII sobre el parto natural sin dolor. 8 de enero de 1956). Pues bien, no hay ninguna duda de que D. Ángel fue pionero en aportar esta modalidad a esta ciudad. Precisamente en ese año daba cuenta de ello, en una entrevista que se le hizo el 7 de septiembre de 1956 en ‘El Adelanto’. Entonces eso parecía algo increíble, y había que romper con muchos prejuicios consolidados en el tiempo y convencer a algunos detractores que tuvo en sus principios, pero poco a poco se fue difundiendo el nuevo método.

Llevar a cabo el parto sin dolor requiere una perfecta especialización y disponer de personal auxiliar capacitado y eficiente con excelentes cualidades personales. Para ello D. Ángel impartió cursos a profesores y a los estudiantes de la especialidad. Lógicamente, hay que enseñar a las futuras madres una serie de comportamientos y acciones, para lo cual asistirán a cursos programados.

El parto sin dolor se fue poco a poco extendiendo en Salamanca a lo largo de las décadas del último tercio del siglo XX. El método, al menos en parte, ha sido adoptado prácticamente por unanimidad por todas las madres gestantes, y aún sigue y seguirá adelante sin rechazo. Lo que sucede es que las futuras mamás se han olvidado de quién comenzó a ponerlo en práctica en Salamanca.

El descubrimiento precoz del cáncer uterino

En la Universidad de Salamanca se habían realizado algunos cursos sobre el cáncer en los años cuarenta. Interesados varios doctores en la materia, intentaban ponerse al día, entre otros, Valdés, Carrato, Ferreira y Moraza. En marzo de 1952 estuvo en Salamanca R. Huguenin, director del Instituto Gustave Roussy, y dio una conferencia sobre el ‘Cáncer du sein’. Con todo, no fue hasta que, llegado de Francia D. Ángel, y gracias a su impulso, inició campañas de detección precoz del cáncer cervical en el Hospital Provincial ayudando y colaborando con la Asociación Española Contra el Cáncer y, posteriormente, en el Hospital Clínico, con una sección especifica para el mismo.

Catedrático de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de Salamanca en 1973

D. Ángel García fue catedrático numerario de Obstetricia y Ginecología en virtud de concurso-oposición de acceso en 1973, cuyo título se le expidió el 4 de julio de ese año. Por tanto, siguió en esta categoría hasta su jubilación, al cumplir los 67 años. Cesó como docente el 30 de septiembre de 1986. Es decir, que fue catedrático 13 años y como previamente había sido encargado de Cátedra otros 15, uniendo los años de otras categorías resulta que estuvo en ejercicio docente 38 años. Ni que decir tiene que fueron muchas las promociones de alumnos que lo tuvieron como profesor, y fueron muchos también los profesores sus discípulos y compañeros con los que trabajó en equipo, dejando un gran número de ginecólogos, no solo en España, sino en muchos países Latinoamericanos.

Cargos, honores y distinciones

Además de lo que es la estricta docencia en el aula, D. Ángel García Hernández fue miembro de la Sociedad Ginecológica Española (1946); médico maternólogo en virtud de concurso-oposición (1948); médico jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de la Santísima Trinidad de Salamanca, en virtud de concurso de méritos (1953); médico director del hospital por concurso de mérito (1960). Y es preciso referir que estando en este cargo se creó en el referido hospital la Sala de Maternidad y atención específica a la infancia con la denominación de Sala del Niño Jesús.

Fue médico becario residente del Instituto Gustave Roussy de París (1966); miembro fundador de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Castilla (1971); presidente de la Sociedad de Obstetricia y Ginecología de Castilla (1974); miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Esterilidad; miembro de la Associatión de Médecin Assitans Etranger a Institut Gustave Roussy de París (1960); miembro fundador de la Academia de Cirugía de Salamanca (1972); académico numerario de la Real Academia de Medicina de Salamanca (1973) y bibliotecario de la misma institución.

Publicaciones de carácter científico y profesional

Los trabajos de D. Ángel García publicados en prestigiosas revistas españolas y extranjeras fueron muchísimos. En un resumen elemental, se pueden contar 150, es decir, que salen casi cuatro publicaciones por año de docencia. Y es lo más im￾portante que sus estudios están siempre muy fundamentados. Lo prueba la infinidad de citas de reconocidos autores, numera￾dos y especificados en bibliografía. Es también reseñable que, además de sus trabajos propiamente dichos, realizó otros en colaboración con los profesores adjuntos del Departamento de Obstetricia y Ginecología. Sus estudios versan fundamen￾talmente de dos aspectos: de las enfermedades de mujer en relación con la reproducción y del cáncer que afecta la mujer.

No hay espacio para recoger todas las publicaciones, ni tan siquiera los títulos largos de algunas de ellas. Y menos espacio es el disponible para hacer un breve comentario. Omitiendo mu￾chas de ellas, que no merecen ser olvidadas, escribo solamente una muestra:

– El cáncer uterino’. ‘Medicamenta’. Madrid, 1968

– ‘El deporte y la mujer’. Sala￾manca, 1960

– ‘El parto sin dolor’. Salamanca, 1957

– ‘Prediabetes y el embarazo’, con Lanchares Pérez, J.L. 1967

– ‘Hemorragias del alumbramiento’, Barcelona, 1966.

– ‘Clínica y terapéutica de las distocias dinámicas’, Madrid

– Discurso para la recepción pública de académico electo de la R. A. de Medicina de Salamanca: ‘Estudio del embarazo no deseado’ (1975). Contestación del Excmo. Sr. D. José Botella Lluvia.

– Lección inaugural del curso 1981-82 en la Universidad de Salamanca, en la que aborda la reacción de la mujer ante algunos problemas y las secuelas de la morbilidad perinatal.

Actividades de Cátedra y de otras clases

Fue también ingente la labor desarrollada dirigiendo tesis, hasta 25, y tesinas, organizando e impartiendo cursos de monográficos de Obstetricia y Ginecología, de Endocrinología, de urgencia de Tocología. Siempre pendiente de las dificultades del mundo rural, organizaba todos los años cursos de actualización para médicos rurales. Dirigía las sesiones de clínica de los jueves, así como el envío de comunicaciones y ponencias a simposios, congresos y asistiendo personalmente a tales reuniones, como las de la Unión Médica del Mediterráneo, e impartiendo conferencias como la de ‘Regulación de la natalidad (Salamanca, 1971) y ‘Consideraciones sobre el pronunciamiento del carcinoma cervical uterino’ (Madrid, 1972). En suma, siempre trabajando.

Características, cualidades y valores destacados como médico y como persona

D. Ángel falleció el 20 de febrero de 1998. Cinco esquelas dejaban constancia de ello en la prensa local: la del Rectorado, la del Colegio Médico, la de la Real Academia de Medicina de Salamanca, la del Patronato del Hospital de la Santísima Trinidad y la familiar.

Cuantas personas conocieron a D. Ángel lo definen siempre como una persona muy trabajadora, entregada totalmente a su misión. Continuamente estudioso que, con afán de superación, adquirió un profundo conocimiento de su especialidad y que, además, supo enseñar con seriedad, rigor y rectitud. Su discípulo D. Luis Carlos Tejerizo dice: “D. Ángel fue un hombre tímido y tierno, que ocultaba un corazón de oro, cada uno de sus discípulos guarda un recuerdo de honestidad notoria, manifiesta fuerza de voluntad y tesón de virtudes… Siempre tuvo amor a su profesión y lo supo transmitir… Fue un magnífico profesional, pero más alto dejó su pabellón como ser humano… Fue jefe, maestro y amigo de compañeros y alumnos. Su presencia, entre ascética y mayestática, dejó siempre la huella del bien hacer” (resumido de ‘La Real Academia de Medicina: Una crónica muy personal’ (Salamanca, 2006).

Nos complace mucho que así se le pueda contar como una gloria más de la Universidad de Salamanca, del Colegio Médico y de la Real Academia de Medicina de esta ciudad y de los dos hospitales de esta ciudad.

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