MAESTROS CON HISTORIA

Honores y distinciones tributadosa médicos de Salamanca(1900-1975)

13/09/2017 EQUIPO EDICIÓN

Desde que, en 1905, se le ocurrió a Mariano de Cavia sugerir que en España se celebrase el centenario del nacimiento de Cervantes han sido infinidad los trabajos

Recientemente, D. Jesús Málaga publicó en ‘Salamanca Médica’ un trabajo sobre los médicos representados con una escultura en Salamanca. Así pues, este artículo viene a ser una segunda parte de aquel. Ofrezco una relación de médicos que, mientras corrían 75 años del siglo XX, fueron galardonados de alguna forma honorífica: un cálido homenaje por su exclusiva labor médica; la entrega de uno o varios premios por su actividad añadida al ejercicio de la Medicina, etc.

En nuestros días es frecuente conocer por los medios de comunicación que un equipo investigador ha tenido éxito en una intervención arriesgada y difícil, o ha logrado ciertos avances de la ciencia para curar enfermedades graves. En ese caso, las instituciones le otorgan un merecido premio a los éxitos profesionales, y las gentes ven con simpatía, admiración y gratitud tales distinciones.

Sin embargo, en épocas pasadas, la tributación de honores estaba más en consonancia con el trabajo personal: por ejemplo, la honra dada a un médico que había puesto entrega, sacrificio y vocación. Cuando esas óptimas cualidades personales se hacían duraderas y visibles por diferentes grupos sociales, prontamente el premio, la distinción o el homenaje se vislumbraban cercanos para aquel.

Los méritos de una persona pueden ser de diversa índole: obtención de una plaza en una oposición difícil y reñida; publicación de investigaciones; excelente gestión de cargos de responsabilidad, etc. Igualmente, las recompensas a tales méritos pueden ser de varias clases: homenajes, entrega de placas, dedicación de calles, erección de un monumento, etc.

Solía reconocerse el mérito de un médico cuando triunfaba en oposiciones, tras lo cual sus amistades se reunían en una comida homenaje. Igualmente, al jubilarse un médico, o al cambiar de destino, venía también el correspondiente homenaje.

Pero aquí, en general, no recojo esa clase de agasajos, sino que me fijo solamente en aquellos homenajes más significativos y de amplio alcance, tanto en la participación ciudadana como en el tiempo que perdura su recuerdo. La lista de médicos con honores y distinciones, a priori, pudiera resultar muy larga, tanto, que podría servir para una tesis doctoral. Por eso, el conjunto ahora presentado no abarca absolutamente a todos los médicos que han estudiado o ejercido en Salamanca. Más bien es un avance y aproximación al tema. La presente nómina, fruto de las referencias aparecidas en la prensa local, queda abierta a nuevas aportaciones, por cuanto seguramente habrán quedado involuntariamente diversas omisiones por no ser advertidas. Quizás más adelante pueda escribirse una segunda parte en la que se recojan los añadidos oportunos.

De una gran parte de los doctores aquí referenciados se ha escrito su biografía en la revista ‘Salamanca Médica’ o en obras independientes. En consecuencia, bastará con citar el nombre de los doctores, pues es no cosa de repetir lo que ya ha sido expuesto. Todo intelectual sabe que es bueno recapitular y hacer síntesis de lo conocido.

Por eso mismo, este artículo se queda en una presentación resumida, tanto que no ha lugar para comentar los méritos de todos los doctores, sino a citar solamente lo más relevante. En los 75 años elegidos se descubre una treintena de doctores honrados de alguna manera. Resulta, pues, que cada dos o tres años se le concedió o logró alguno de los profesionales de Salamanca una distinción o una recompensa moral. He aquí el listado:

1. José González Castro = Crotóntilo.

Premio Medalla de Plata el 26 de abril de 1915, y el premio del Dr. Roel por la Sociedad de Higiene. Escribió en ‘Revista Médica Salmantina’. Uno de sus artículos es ‘El tracoma y sus problemas’. También publicó varios artículos en la prensa.

2. Saturio Serradilla, médico en Escurial de la Sierra.

Se le concedió la Medalla de la Beneficencia. Noviembre de 1923. Asistieron al acto D. José Bustos, D. Nicasio Cimas, D. Gonzalo García y otros doctores.

3. Dionisio García Alonso, médico de Villavieja de Yeltes.

Miembro de la Real Academia de Barcelona. Amigo del Padre Manjón, con quien fundó las Escuelas del Ave María en Villavieja. Publicó en la ‘Revista Médica Salmantina’ ‘La Geografía de Villavieja’ en varios artículos. Se le hizo un homenaje en agosto de 1924 y, posteriormente, se colocó una placa en su calle.

4. Ricardo Petit.

Médico de la Beneficencia municipal, donde ejerció 28 años, pero especialista en partos; él mismo dijo que asistió a 2.000 o más. Al cumplir los 70 años, se jubiló en mayo de 1925, y entonces recibió la Cruz de la Beneficencia. Fue definido como médico probo y laborioso que dio su ciencia y trabajo a la humanidad.

5. Isidro Segovia Corrales.

Consiguió que la Facultad de Medicina y la de Ciencias dejasen de tener carácter municipal y pasasen a ser estatales. El Claustro de Medicina le dedicó una placa, cuya inscripción dice: “A la memoria del ilustrísimo señor Don Isidro Segovia Corrales 1856-1925, decano y defensor constante de esta Universidad”. La revista ‘El Resumen’, nº 14, en 1911, lo había presentado señalando sus méritos. Vid, también E. Esperabé en ‘Salmantinos Ilustres’; ‘El Adelanto’ y ‘La Gaceta Regional’ con ocasión de su muerte, el 31 de enero de 1925.

6. Eladio Miguel García: médico de Aldehuela de Yeltes.

Se le tributó un homenaje el año 1927 al cumplir los 50 años de servicios médicos. Acudieron a los actos el delegado gubernativo, el inspector de Sanidad, secretarios, alcaldes y otras autoridades de la zona, así como el obispo de Ciudad Rodrigo. Se pidió para él la Medalla del Trabajo en un escrito enviado al ministro, que fue avalado el Colegio Médico de Salamanca y firmado por los médicos de la comarca de Ciudad Rodrigo.

7. José Esteban García.

Ha conseguido en Madrid colocar su nombre en el triple pedestal de estudio, de la bondad y del talento a la altura de los primeros cirujanos. Director de la policlínica de la Cruz Roja de Tetuán de Chamartín de la Rosa, en ella hizo curas muchos años con amor y caridad, sin más interés que devolver a los cuerpos la salud perdida. Esta labor fue premiada concediéndole la Cruz de 1ª Clase de la Beneficencia (octubre de 1928).

8. Andrés García Tejado.

Como consiguió que se construyera el que fue el Hospital Provincial de Salamanca, se le hizo un grandioso homenaje 1 de abril de 1929. Pueden consultarse ‘La Gaceta Regional’, y ‘El Adelanto’. Además de la biografía presentada en ‘Salamanca Médica’, puede consultarse lo escrito por Sara Núñez Izquierdo que se halla en internet.

9. Agustín del Cañizo.

Un catedrático muy querido y admirado por todos sus discípulos. Instituyó un premio para los alumnos de mejor expediente. Con motivo de las bodas de plata de su Cátedra asisten, en 1931, a los actos de su homenaje, entre otros, los doctores Richet, Hipólito Rodríguez Pinilla, Misael Bañuelos, Rodríguez Fornos y Jiménez Díaz. Vid. ‘Boletín del Colegio Médico’, nº 6, 1931.

10. Hipólito Rodríguez Pinilla.

Académico en 1924 de la R. A. de Medicina. Fue Premio del Ministro de Instrucción Pública por los servicios de extensión universitaria. Emilio Blanco hace una reseña de él cuando aún era joven. El 20 de noviembre de 1931 fue nombrado Consejero Permanente de Estado. En 1936 se le hizo un homenaje póstumo en Salamanca.

11. Filiberto Villalobos.

Sumamente popular, como fue ministro de Instrucción Pública y de Bellas Artes en la II República, ya por entonces se le hizo un homenaje en Madrid. En Salamanca, en mayo 1934, también se le hizo otro homenaje, acudiendo a los actos una infinidad de salmantinos. Igualmente le han reconocido sus méritos diversos pueblos de la zona de Béjar. Vid, ‘Salamanca Médica’, ‘El Adelanto (10-XI-1958, por Emilio Blanco, y además en otros varios días) y ‘La Gaceta Regional; y especialmente la monografía realizada por Ignacio Francia.

12. Primo Garrido Sánchez.

Catedrático de Patología General de la USAL, en marzo de 1915 le tributaron alumnos y profesores un primer homenaje. En 1920, por informe de D. Ramón y Cajal fue pensionado a Alemania, para ampliar conocimientos. En los años treinta siguió aumentando su prestigio, que se coronó al inicio de la siguiente década.

13. Fructuoso Guzmán Tapia.

Se le dio un homenaje en enero 1946 con motivo de sus 50 años ejerciendo en San Martín del Castañar, su pueblo natal. “Tras una misa, se descubrió una placa de mármol que señala la casa y calle donde habita y desde ahora llevará su nombre, y fue proclamado hijo predilecto del pueblo. Recibió de las autoridades y todos los vecinos las más fervientes manifestaciones de cariño y simpatía”. ‘La Gaceta Regional’, 30-I- 1946.

14. Fernando Rodríguez Fornos.

Rector de la Universidad de Valencia, su valía y su laboriosi￾dad fueron siempre destacadas. Se marchó de Salamanca por sacar las oposiciones a catedrático. Fue acreedor de numerosas distinciones. Miembro de las Reales Academias de Medicina de Valencia, Sevilla y Zaragoza; Gran Cruz de la Orden de Alfonso X ‘El Sabio’; Consejero de Honor del CSIC. Cuando vino a Salamanca, en septiembre 1948, se le concedió la Medalla de Plata. Vid. ‘Salamantinos Ilustres’, de E. Esperabé.

15. Joaquín Martín-Mendoza.

Ejerció en Los Santos unos cuarenta años .Ya fallecido, se le hizo un homenaje póstumo en 1955, y se colocó una placa en la vivienda que había sido su domicilio.

16. Antonio García Bernalt.

Fue presidente del Colegio Médico de Salamanca. Y a su despedida esta institución le hizo un homenaje en octubre de 1958 (‘La Gaceta Regional’. Se trasladó de Salamanca, y fue nombrado delegado de sindicatos. También refieren datos de este doctor ‘El Aldelanto’ y la ‘Hoja del Lunes’.

17. Antonio Calama Sanz.

En junio de 1958, tuvo lugar el homenaje a este expansivo y popular médico, que fue director de la Cruz Roja. Asistieron a su homenaje: Antonio Estella, Julio Pérez Álvarez, Sixto López, Manuel Marín. A. García Bernalt, Juan Mirat, Ernesto Sánchez Villares, Hernández Cabezas, Julio Peláez Brihuega y otros destacados personajes.

18. Luis Sánchez Granjel.

Su currículo se llenó de tantos premios y condecoraciones que aquí no se pueden recoger. Cito sólo algunos: 1974, Premio de Investigación Becham Extrahospitalario; 1974, Premio Nacional de Medicina Asturiana; 1975, Premio de Investigación Berenguer y Beneyto; 1975, Premio de Investigación Morrith; 1976, Premio Nacional, Medalla de Bronce de la Sociedad; 1978, Premio de Investigación de la Academia de Medicina de Galicia; 1978, Premio Nacional de la Academia Médico Quirúrgica Española en Madrid; 1984, Premio de la Universidad de Salamanca con Mellada de Oro; 2001, Premio de la Ciudad de Salamanca, Medalla de Oro en 2001. Y recientemente, homenaje por el Colegio Médico de Salamanca.

19. Casimiro Población Sánchez.

Catedrático de Obstetricia con su clínica. En octubre de 1933 se le hizo un señalado homenaje. Vid. ‘La Gaceta Regional’ y ‘El Adelanto’. Además, como tuvo un sanatorio propio en Salaman￾ca, eso mismo le dio nombradía y fama. Se hizo un homenaje a su memoria en mayo 1964.

20. Julio Pérez Martín.

Este doctor especialista en Obstetricia, padre del médico de igual nombre y apellido que ha vivido hasta hace pocos años, no sólo gozó de fama como experto en partos, sino que desde su juventud se le admiró por sus excepcionales dotes intelectuales. Recibió un homenaje en Salamanca en 1969.

21. Francisco Seirulo Soares, 1969.

Fue yerno de Dorado Montero, pero adquirió fama de médico excelente. En el mes de junio de 1969 fue homenajeado, juntamente con Julio Pérez Martín.

22. Alfonso Balcells Gorina.

Vino a Salamanca en 1955 ganada la Cátedra de Patología General y Clínica Propedéutica. Fue vicerrector de la Universidad de Salamanca (1959- 1960) y, seguidamente, fue nombrado rector de la misma. Y en sus gestiones tuvo ciertamente éxito respecto al edificio de Los Irlandeses, la construcción de la Facultad de Ciencias y otros asuntos universitarios. Se le concedió la Cruz de la Orden Civil de Alfonso X ‘El Sabio’ (octubre de 1966). La ASUS le hizo un homenaje en junio de 1969, con el acto de despedida en el Paraninfo.

23. Jerónimo Sánchez García.

Premio de la Academia Médico Quirúrgica de Asturias por su trabajo sobre la otitis del lactante. Entre sus premios se señalan varios de las Academias de Medicina de España y la Medalla de Bronce de la Sociedad Española de Otorriolaringología.

24. Miguel Moraza Ortega.

Este doctor, calificado como “maestro de ayer y de siempre”, tuvo su homenaje, coordinado por el Dr. D. Manuel Crego Echevarría, en mayo de 1972. Recibió el Premio Dr. Rubio de la Real Academia de Medicina por su obra ‘Estudios sobre el origen del cáncer’. Recibió la Medalla de Plata de la Universidad en el curso 1973-74. Vid. su vida y su obra han sido expuestas en dos números de ‘Salamanca Médica’ (nº 31 y 32).

25. Fernando Cuadrado Cabezón.

Decano de la Facultad de la USAL, catedrático y cirujano que ejerció más de 50 años. En 1967 fue nombrado miembro de honor de la Academia de Pediatría de Asturias. Ganó el primer premio de la Academia de Medicina de Valladolid. En 1969 se le concedió la Encomienda con Placa de la Orden de Alfonso X El Sabio. Fue primer presidente de la Junta Provisional de la Real Academia de Medicina de Salamanca, en enero de 1972, y primer numerario de la misma. En el curso 1972-1973 se le otorgó la Medalla de Plata de la Universidad.

26. Luciano Barcala Moro.

Llegó a La Alberca en 1931 y se jubiló en 1974. Además de su sentido humano, entusiasta de la terapéutica natural, y su larga trayectoria de apasionada vocación médica, recibió un cálido homenaje de sus paisanos, se puso una placa por suscripción popular y se le dedicó una calle. Vid ‘El Adelanto’, 6 de octubre de 1974.

27. Fermín Querol Navas.

Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios. Obtuvo en 1934, por oposición, la Cátedra de Patología Médica. Decano de 1940 a 1951. Tras 40 años de ejercicio, se jubiló en 1976. Figura destacada de honradez, sobriedad y modestia, no quiso cosas de relumbrón. Pero los llamados de la ‘Escuela de Querol’ le rindieron en la Facultad un homenaje de respeto y admiración. En 1973 fue nombrado académico electo de la Real Academia de Medicina de Salamanca. También fue nombrado vocal de la Junta de Gobierno del Instituto de Investigaciones Clínicas, como centro coordinado del C.S.I.C.

28. Agustín del Cañizo Suárez.

Homenaje el 13 de junio de 1968, por la obtención de la Cátedra de Otorrinolaringología. Echan discurso D. Fernando Cuadrado y D. Andrés Sánchez Rodríguez. Y otro homenaje se le hizo en 1974 en ‘El Adelanto’ el 27 de noviembre de ese año (aunque queda fuera del tiempo señalado recordare que recibió la Medalla de Oro en 1998.

29. Ramiro Arroyo.

Le hicieron un homenaje en Béjar en el que, tras los discursos elogiosos correspondientes, recibió una condecoración el 24 de octubre de 1974. Se le dedicó una calle. Vid. ‘El Adelanto’ y ‘La Gaceta Regional’.

Además de los relacionados, se podrían añadir Serafín Pierna, José Estella, Juan José Peláez, Inicial Barahona, Francisco Rodríguez, Adolfo Núñez, Prieto Carrasco, Carrasco Pardal, Vicente López Jiménez (verano de 1935), Anselmo Reymundo (enero de 1936) y un largo plantel que integrarían otros nombres y de cuya omisión no quiero que nadie se sienta agraviado; y si alguien me comunica algún doctor con reconocidos honores, lo tendré en cuenta para otra vez.

Como se habrá observado, en este recordatorio aparecen médicos que podemos clasificar en dos apartados: las grandes eminencias y los modestos, médicos de pueblo o de la Beneficencia, lo que podría traducirse por médicos ‘de los pobres’. Sin d￾da que pueden parecer más simpáticos los homenajes ganados por estos últimos por lo que debieron tener de abnegación y de entrega a la profesión. Pero también sabemos que el estudio requiere mucho esfuerzo y que los premios a la brillantez y el talento no suelen pagar el esfuerzo realizado. ¡Ojalá que todos estos ejemplos sirvan de estímulo a todos los profesionales de la Medicina!