Hipólito Rodríguez Pinilla, el padre de la Hidrología como disciplina académica

Por M. Puertas

Este médico salmantino fue una de las figuras más prolíficas del país a principios del XX

Salamanca Médica se acerca en este número a una de las personalidades médicas más conocidas del país a principios del pasado siglo. Gracias a la ayuda del profesor de Historia de la Medicina de Salamanca, Juan Carlos Rodríguez-Sánchez, y de la Biblioteca de la Real Academia Nacional de Medicina, de la que Rodríguez Pinilla fue miembro entre 1924 y1936, exponemos en estas páginas algunas de las aportaciones de la prolífica labor que llevó a cabo el salmantino Rodríguez Pinilla, que ejerció gran parte de su carrera en Madrid.

Hipólito Rodríguez Pinilla y Bartolomé nació en Salamanca en el año 1860 y murió en Madrid el 29 de marzo de 1936. Cursó en Madrid la carrera de Medicina y la de Ciencias con las máximas calificaciones. Doctorado en Madrid en el año 1882, ganó por oposición plaza de médico del Cuerpo de Baños (ejerció en el Balneario de Ledesma). Fue profesor auxiliar de Patología Médica en la Facultad de Salamanca. En 1902, también por oposición, logró la cátedra de Enfermedades de la Infancia de la misma Universidad, cátedra que compaginó durante un tiempo con la cátedra acumulada de Patología y Clínica Quirúrgica.

Primer catedrático de Hidrología

En 1912, al crearse en Madrid la asignatura de libre elección de Hidrología en el doctorado de Medicina de la Universidad Central, fue designado para impartirla, llegando a convertirse en 1913 en el primer catedrático de Hidrología Médica que hubo en España. Esta disciplina no era nueva para él, ya que la docencia no oficial a finales del XIX se limitaba a los cursos libres impartidos por Rodríguez Pinilla en Madrid, lo que fue el primer intento por independizar esta materia en España, según mantiene el profesor Juan Carlos Rodríguez-Sánchez en uno de sus trabajos sobre Hidrología.

Hipólito Rodríguez Pinilla.

Precisamente, entre sus principales aportaciones destaca su papel como reorganizador en España de los estudios de Hidrología Médica, a los que quiso dar un tono de elevado rigorismo científico, aunque finalmente este objetivo, al igual que su intento por crear escuela, se verían un tanto frustrados, debido, entre otras razones, al estallido de la Guerra Civil.

Con la perspectiva que ofrece la historia, según el profesor Rodríguez-Sánchez, no se puede negar que Rodríguez Pinilla fue el que llevó a cabo la institucionalización de la Hidrología Médica como estudio académico en España. A la vez, intenta ser un reformador de la Hidrología Médica en el sentido de dotarla de mayor nivel científico y un nuevo modelo balneario. Su meta final, como luego se verá, era la creación de un Instituto de Hidrología y Climatología. Estos fines, que sólo intentó una vez obtenida su cátedra, no los pudo llevar a cabo como se demostraría más tarde, según Rodríguez-Sánchez.

Consejero de Estado

En pleno proceso de supresión del Cuerpo de Médicos de Baño, Hipólito Rodríguez Pinilla fue nombrado miembro del Consejo de Sanidad en mayo de 1931. Pinilla alcanzaba así la cima de su carrera en el mismo año de su jubilación: Consejero de Estado, primer y único catedrático de Hidrología, académico desde 1924 y presidente de la Sociedad Española de Hidrología, por pocos meses, hasta su dimisión en 1930.

En 1931 Rodríguez Pinilla se jubilaba como catedrático, pero proseguía su actividad balnearia, académica y política –había heredado de su padre Tomás, según Enrique Esperabé de Arteaga, aficiones a la política y militó en el partido republicano-. En el aspecto político, el profesor Rodríguez-Sánchez sostiene que Pinilla sorprendió a sus antiguos compañeros de Sociedad al presentar ante el Consejo de Sanidad, el 4 de junio de 1932, una ponencia suscrita también por Marañón, Mariscal y Mayoral, para que formase parte del proyecto de la futura ley de Sanidad. Entre las bases de su propuesta, Rodríguez Pinilla abogaba por la disolución del Cuerpo de Médicos Directores de Baños y su excedencia forzosa. También planteaba la creación de un Instituto de Hidrología y Climatología Médicas, como plantel de los futuros especialistas o médicos adscritos al ejercicio profesional de las localidades balnearias.

Estas propuestas, según el mismo historiador de la Universidad de Salamanca, eran una antigua aspiración que pretendía sentar las bases para la creación de una especialidad hidrológica, reorientada hacia la investigación y desvinculada del pasado del Cuerpo de Médicos de Baños y su deformación administrativa. Esto le convirtió en el centro de no pocas críticas. Se llegó aponer en duda su republicanismo y se le acusó de querer prepararse una mejor jubilación, desde el punto de vista económico. En 1935, se volvería a recuperar el Cuerpo de Médicos de Baños con un nuevo concurso para cubrir las plazas balnearias, y en gran medida las ideas de Rodríguez Pinilla de reconvertir al hidrólogo en investigador no se verían satisfechas.

Prolífica obra

Junto a sus aportaciones en el campo de la Hidrología Médica, donde fue una figura con proyección internacional, no se puede olvidar su vertiente como escritor con infinidad de publicaciones científicas en las principales revistas médicas españolas y de artículos en los principales diarios. Lo que escribió tuvo una amplia difusión. Entre sus libros dejó tres notables obras. La más conocida, su Tratado de Hidrología Médica, sigue siendo una referencia en esta disciplina. Muy interesante también es su Diccionario Hidrológico, que incluye un mapa hidrológico del país y que es el primero en España. En tercer lugar, destaca su Manual de Climatología General y Española.

Académico nacional

Ejemplares de algunos de sus numerosos libros

Ingresó en la Real Academia Nacional de Medicina el 20 de enero de 1924, leyendo un discurso titulado: “Analogías y diferencias entre la hidroterapia simple y la termomineral”. La biblioteca de esta institución guarda parte de su prolífica labor. Sólo en ella se pueden encontrar 37 referencias bibliográficas, referentes a libros propios, prólogos, discursos, ponencias en congresos, etc.

También fue uno de los impulsores de la labor científica de la Sociedad Española de Hidrología Médica, fundada en 1.887, siendo actualmente una de las sociedades científico-médicas más antiguas de España.

Relación con Miguel de Unamuno

De su etapa en Salamanca se recuerda la relación que entabló con Don Miguel de Unamuno a través de su hermano Cándido, conocido poeta ciego salmantino. Todo apunta a que Hipólito Rodríguez Pinilla asiste a la enfermedad de Raimundo, el tercer hijo de D. Miguel, que sufrió hidrocefalia.

En este sentido, también se piensa que fue Rodríguez Pinilla el que prescribió a Unamuno los primeros remedios para sus crisis cardíacas. Entre esas recomendaciones, destacan dos que acompañaron al escritor a lo largo de toda su vida. Por una parte, le aconsejó hacer reposo y pasar horas tumbado en la cama, y por otra, llevar siempre algo en la mano izquierda para estar moviéndola constantemente.

Su padre Tomás y su hermano Cándido

Hipólito en una instantánea de finales del XIX.

Su padre Tomás Rodríguez Pinilla fue la personalidad en quien se encarnó la Revolución de 1868 en Salamanca y a quien el pueblo vitoreó con el mayor entusiasmo, según recoge Enrique Esperabé de Arteaga en su Diccionario Enciclopédico Ilustrado y Crítico de los salmantinos ilustres. Nació en1815 e hizo los estudios del Bachillerato en Salamanca y parte de los de la Facultad de Filosofía y Letras, continuando ésta en la Universidad de Madrid hasta recibir el grado de Doctor.

En su juventud, su activismo en defensade las ideas liberales y republicanas le acarreó continuos encarcelamientos, condenas y destierros. Al triunfar la revolución de1868 se hallaba en Portugal y cuando entró en Salamanca sus correligionarios le dispensaron un recibimiento apoteósico. En ese periodo de revueltas y de verdadera anarquía, Rodríguez Pinilla no se movió de Salamanca y gracias al él no fueron mayores y de más gravedad aún, los tristes sucesos ocurridos por la vorágine del pueblo, según Esperabé de Arteaga. Se encargó de formar el nuevo Ayuntamiento.

En las Cortes de la República figuró como diputado por Salamanca. También destacó en el campo de la literatura y de las letras.

Balneario de Ledesma, donde ejerció.

En esta última faceta precisamente fue en la que también destacó su otro hijo, Cándido, poeta ciego de reconocida fama y literato insigne. Nació en Ledesma y se dedicó durante toda su vida al cultivo de las letras. Además de sus poesías, destacan sus muchos artículos, crónicas y cuentos. También se le recuerda como buen periodista. Según Enrique Arteaga, “heredó de su padre, como su hermano Hipólito, amor a la libertad, pero no figuró entre los republicanos, sino al lado de los liberales dinásticos”.

Trabajos suyos conservados en la Biblioteca de la Academia Nacional de Medicina

1889 Los humos de Huelva ante la higiene pública.

1890 Estudios de terapéutica hidrológica.

1892 Dispepsias y aguas minerales.

1893 Hidroterapia Histórica, discurso.

1899 Mentiras convencionales de la medicina.

1900 Organoterapia.

1901 Traducción. Enfermedades de los nervios periféricos, neurosis, enfermedades de los músculos.

1902 Prólogo del Estudio clínico de la epidemia de fiebre tifoidea acaecida en Guijo de Sta. Bárbara (Cáceres) en

1899 Precedida de la topografía médica de esta villa.

1904 Discusión. Tratamiento de la hemoptisis con los medicamentos vaso-dilatadores.

1911 Prólogo de la tesis Datos para la geografía médica de Salamanca, de Manuel Muñoz-Orea Pollo.

1912 Valor terapéutico de las tuberculinas en la tuberculosis pulmonar.

1914 Introducción-Prólogo del Manual de hidrología médica, de X. Arnozan y H. Lamarque.

1914 Estudios de hidrología médica.

1914 Discursos leídos en la sesión inaugural de la Sociedad Española de Hidrología Médica celebrada el día 7 de diciembre de 1914 por Salustiano Fernández Checa e Hipólito Rodríguez Pinilla.

1916 Diccionario general hidrológico comprendiendo términos de físico-química y geología.

1919 Los trastornos nerviosos de los niños.

1924 En torno al torno.

1924 Analogías y diferencias entre la hidroterapia simple y la termomineral.

1925 Manual de hidrología médica.

1925 El Congreso internacional de Talasoterapia y los problemas del raquitismo.

1927 El clima doméstico.

1927 Observaciones sobre la casuística de los estados prediabéticos.

1927 Vademécum de climatología general y española.

1928 Meteorología y medicina.

1930 Manual de climatología general y española.

1930 Cuándo, cómo y dónde practicar u tratamiento hidromineral.

1931 Prólogo Manual de prácticas hidrológicas, de Antonia M. Casado y Arturo Cervigón Díaz.

1931 Efectos de las aguas purgantes.

1931 Reumatismo y crenoterapia.

1932 Sobre la conveniencia de crear el Instituto Español de Hidrología y Climatología.

1935 Síntesis cinematográfica de la medicina contemporánea.

1935 Ideas e ideales de la medicina en los últimos cincuenta años.

1935 La psicología de la muerte: ensayo. — [S. l.]: [s.n.], [1935]. — 17 p.

1936 La meteorología y sus progresos.

1936 «In Memoriam» del Sr. Ivan P. Pavlov.

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