Por Ramón Martín Rodrigo
Licenciado en Geografía e Historia y en Historia del Arte
y doctor en Geografía e Historia
“Ilustres conferenciantes, los mejores maestros de España han ido desfilando por la tribuna Academia Médico-Escolar de Salamanca; recordemos a Marañón, a Urrutia, a Lafora, a Fornos, a Olivares, a Sanchis Banús, a Novoa Santos, a Bonilla de la Vega, etc. Y alternando con estos, los no menos ilustres maestros de nuestra querida Escuela”. ‘El Adelanto’. Pág 3, 5-VI-1929. L. Barcala Moro.
Voy a hacer un breve y sencillo recordatorio de los más ilustres y afamados doctores que, sin ejercer en Salamanca, o habiendo marchado fuera después de haber estado aquí, pasaron por esta ciudad una o varias veces con fines didácticos y científicos, que no turísticos ni personales.
La presencia de profesionales médicos con gran experiencia se debe a congresos o a conferencias. Esto siempre se ha considerado muy acertado, provechoso y óptimo para la propia Facultad de Medicina, sus profesores, sus alumnos y médicos en general.
Para la enseñanza es útil porque traen consigo la información de nuevos adelantos en Medicina. Los componentes de una especialidad o, sencillamente, los asistentes a determinados actos comparten experiencias e intereses profesionales y se conocen personalmente. La docta explicación del “maestro” de viva voz es ciencia más apreciada e inmediata que la ofrecida en los libros.
Al fomentarse la cercanía, en más de un caso nace una amistad, como la que surgió entre D. Gregorio Marañón y D. Miguel de Unamuno. Tener cerca los personajes admirados, hablar con ellos, preguntarles cosas es siempre satisfactorio y proporciona recompensa a las aspiraciones de los jóvenes y de cuantos desean ampliar su formación.
La presencia de las figuras excepcionales en Medicina contribuye a dar prestigio a la Facultad de Medicina y a la Universidad de Salamanca. Ciertamente, algunos doctores vendrían aquí porque detrás de la invitación y llamada que se les hiciera estaba el nombre de la afamada Universidad de Salamanca, la ‘Mater et Magistra’ que ha amantado a tantos sabios. Venir a hablar de Medicina a Salamanca suponía acercarse al centro docente en que enseñaron López Alonso, Cañizo, Arturo Núñez, Segovia, Villalobos, Moraza, Granjel, etc. Las lecciones dadas por un médico eminentísimo pueden producir bastantes beneficios repartidospara la ciencia médica, para los estudiantes y para la sociedad en general. Los estudiantes pueden recibir estímulo, pues la admiración al personaje agudiza el amor propio para entregarse con plena dedicación al estudio con mayor interés y profundidad.
La sociedad, igualmente, puede adquirir de forma fácil algunos conocimientos, pues, como en muchas ocasiones se dice en los programas y en la prensa, hay jornadas de divulgación científica. A la vez, el propio personaje, cuyo estudio y labor son premiados con reconocimiento y con grandes aplausos, también recibe, aunque no lo quiera, el beneficio espiritual de ese honor.
Por esta vez he elegido ocho doctores muy distinguidos. He ido espigando la prensa local y otros escritos y, de los vistos en esta primera búsqueda, me salen algunos más, que dejaré para otra ocasión con los que ahora no haya encontrado. La vida y la obra de los que seguidamente aparecen está perfectamente investigada y publicada. Por eso no trato aquí de decir nada nuevo a este respecto, sino sencillamente de exponer cuándo estuvieron en Salamanca y qué dijeron. Estos son los doctores escogidos: Maestre, Weimberg, Marañón, Lafora, Fornos, Pinilla, Novoa Santos y Olivares.
Seguidamente, al escribir una referencia de cada uno de ellos, saldrá especificada la fecha y el tema tratado.
Catedrático de la Universidad Central de Madrid. Impartió una conferencia el día 19 de mayo de 1918. Trató de ‘La Sangre, la sífilis y el cáncer’.
El acto fue presidido por el decano de la Facultad de Medicina, D. Isidro Segovia. El Dr. Maestre fue presentado por D. Arturo Núñez, que dijo que D. Tomás era persona de ciencia positiva, voluntad firme y que había creado un magnífico Instituto de Medina Legal. El Dr. Maestre, por medio de una proyección cinematográfica, explicó que había estudiado los glóbulos rojos y descubierto que hacían dos funciones. Añadió que la sífilis en los locos tiene que ver con una de esas funciones. Y también que había descubierto en la sangre de los cancerosos un parásito que es el productor de los neoplasmas malignos.
Dio una conferencia en el Ateneo el 9 de abril de 1921. Trató de ‘Las asociaciones de anaerobios y sueroterapia de las infecciones causadas por estos microbios’. Escribió la reseña de ella D. Joaquín Prada. El conferenciante presentó uno de sus descubrimientos y trabajos realizados durante la Primera Guerra Mundial, que aplicó a los solados combatientes, con lo cual logró salvar la vida a muchos y a otros, aliviarles el sufrimiento. Él descubrió el bacilo ‘adematiens’ y también el bacilo ‘hitolytico’, y observó que asociados podían producir prontamente la grangrena o, en otros casos, un edema maligno gaseoso. Expuso también este doctor que con los sueros que él aplicaba (conocía cuatro tipos) estas enfermedades podían curarse y se podían aplicar no sólo en caso de guerra, sino también en la vida ordinaria. Estos trabajos los presentó en la Academia de Ciencias de París, y en Salamanca fueron presentados como verdadera novedad.
Vino a Salamanca en varias ocasiones, en tres de ellas pronunció conferencias. La primera, en 1921, que trató sobre ‘La edad y la emoción’. Entonces conoció a Unamuno. La segunda, en noviembre de 1927, invitado por la Academia Medico-Escolar, que abrió el primer curso de conferencias de esta institución. La tercera, en el homenaje a D. Agustín Cañizo, en mayo de1931, en la que pronunció un discurso hablando sobre ‘Ciudanía y patriotismo’. La cuarta, con ocasión del VII Centenario de la Universidad de Salamanca, el 10 de octubre de 1953. En la publicación ‘Crónica gráfica de los actos del citado centenario’ –con fotos de Guzmán Gombau y de los Ángeles–, se recoge el texto de esta conferencia.
4. D. GONZALO RODRÍGUEZ LAFORA.
Neurólogo y psiquiatra, catedrático en la Universidad Central, en Madrid. Cerró el 20 de noviembre de 1927 el ciclo de conferencias organizadas por el Colegio Médico de Salamanca y la Academia Médico-Escolar, cuya apertura hizo Marañón, como arriba se dice. El tema abordado fue ‘Problemas terapéuticos y médicos legales de la parálisis general progresiva’. Presentado por su amigo D. Agustín Cañizo, Lafora dijo que la parálisis general es una de las enfermedades nerviosas mejor conocidas. Su origen es sifilítico, y eso permite hacer un análisis precoz. Luego citó las teorías más interesantes que se conocían y resaltó los estudios de Sicard. Finamente, comentó que un problema importante de la Psiquiatría forense es el de declarar la incapacitación del enfermo, pues en ocasiones, tras la petición de una incapacitación, existen intereses familiares. Él propuso que se hiciera un registro oficial de los paralíticos, porque el médico no puede convertirse en un denunciador.
5. D. FERNANDO RODRÍGUEZ FORNOS.
Nació en Salamanca en 1883, y murió en Valencia en 1951. En 1911, ganó la Cátedra de Cínica Medica de la Universidad de Salamanca, y en 1917 se trasladó a Valencia. Allí fue decano de la Facultad de Medicina y rector de aquella Universidad. Durante la Guerra Civil fue profesor de la Facultad de Salamanca. En 1941, regresó a Valencia y volvió a ser nombrado rector. Tuvo numerosas distinciones. Entre otras, la Medalla de Oro de Salamanca. En ésta impartió varias conferencias en varias ocasiones. Una dada en 1928 trató de ‘Cardiacos negros’. Explicó los adelantos habidos en el estudio de las patologías cardiacas, incidiendo en que también hay que atender a las arterias pulmonares.
6. D. HIPÓLITO RODRÍGUEZ PINILLA.
Catedrático de Hidrología Médica en la Universidad Central. D. Hipólito había ejercido la docencia en la Universidad de Salamanca de 1900 a 1914, también había sido inspector de Sanidad, y creó en Salamanca la obra llamada ‘La Gota de leche’, para atender a familias necesitadas. Luego, sacadas las oposiciones, ejerció en Madrid la Cátedra arriba mencionada. Entre su infinitas publicaciones se pueden destacar ‘Costumbres Balnearias’; ‘Hidrogología Médica’; y el ‘Diccionario Hidrológico’.Su conferencia del 28 de noviembre de 1929 estuvo presidida por el decano de la Facultad de Medicina, el doctor Cózar. La presentación corrió a cargo del presidente de la Academia Médico-Escolar, D. Luciano Barcala. La intervención del doctor Pinilla versó sobre el tema ‘El aire como recurso terapéutico’. En ella, analizó las clases de aire y sus componentes y, naturalmente, hizo saber a los asistentes los beneficios que produce el oxígeno en la respiración.
7. DR. ROBERTO NOVOA SANTOS.
Catedrático de Patología General en la Universidad de Santiago de Compostela, amplió sus estudios en Francia, Austria y Alemania. Estudió especialmente la diabetes, y fue uno de los primeros introductores de Freud en España. De Santiago pasó a la Universidad Central. Publicó numerosos trabajos, como ‘El Instinto de la muerte’; ‘Physis y Psiquis’. En Salamanca, impartió una conferencia el 3 de febrero de 1929. Fue presentado por el Dr. Barcia Goyanes. Desarrolló el tema de ‘El hombre derecho e izquierdo desde el punto de vista médico y biológico’. Expuso que la estructura humana es asimétrica, analizando su posible origen y deduciendo que esto tiene sus repercusiones. Villalobos fue uno de los asistentes a esta conferencia, y dijo que Novoa Santos habló con palabra certera y armoniosa candencia de la dicción y que su conferencia fue muy luminosa.
8. DR. D. LAUREANO OLIVARES.
También era catedrático en la Universidad Central, pero de Patología Quirúrgica, y cirujano del Hospital de San Carlos de Madrid. Desarrolló su conferencia el día 9 de marzo de 1929, que versó sobre ‘Tratamiento de las fracturas del cuello de fémur’. Experto en estos casos de fractura, además de haber publicado el libro ‘Tratamiento de Fracturas’, ya había realizado 33 operaciones de las de cuello de fémur. Explicó que hay tres clases de estas fracturas, y que dos de ellas pueden criar callo, que en aquellas de dificultad en curar es mejor esperar un tiempo prudencial, luego abrir y unir los fragmentos y aplicar, si llega el caso, tornillos. Y terminó añadiendo que las fractura de cuello del fémur constituyen una afección grave, pero los resultados cada día eran más alentadores.
Afortunadamente, aún quedan por recoger en esta lista de médicos ilustres una buena serie de ellos. Por ejemplo, los extranjeros Hildebrand y E. Ecker, y los españoles Pérez Mateos, Sanchís Banús, Dacio Crespo, Pittaluga, Bonilla, Urrutia, Laduru , Partearroyo, Pedro Laín Entralgo, etc. La presencia en Salamanca de algunos de ellos fue debida a su participación en conferencias; otros, por ser nombrados Doctor Honoris causa, homenajes congresos o diversas circunstancias. Creo que conviene seguir haciendo memoria de todos ellos, pues esta vez ya he llenado el espacio reservado.
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