Por Ramón Martín Rodrigo
Licenciado en Geografía e Historia y en Historia del Arte
y doctor en Geografía e Historia
Julio Miguel, que así se llamaba, aunque su segundo nombre rara vez se especifica, nació en Toledo el 5 de junio de 1884. No me consta en dónde realizó sus primeros estudios, pero sí que se matriculó de Bachillerato en Guadalajara. En esta ciudad realizó una pequeña parte de los estudios de Secundaria. Aprobó alguna asignatura en el instituto de San Isidro en Madrid, y los terminó en el de Segovia. Y ya matriculado en la carrera de Ciencias cursó Alemán en el Instituto General y Técnico de Salamanca. Aunque tampoco he visto que profesión tuvo su padre, todo hace suponer que estos cambios de ciudad se deben al cambio de destino del progenitor de Julio Miguel2.
Sin duda ninguna las notas de Bachillerato ya anunciaban lo que iba a ser posteriormente. Sus calificaciones daban a entender que Julio Miguel Sánchez Salcedo iba a ser una gran figura por su inteligencia y su aplicación. A pesar de tantos cambios de centros de enseñanza como hemos visto, sus calificaciones en las materias de Secundaria ofrecen 9 Sobresalientes, entre ellos tres con Diploma de Mérito, dos Buenos y sólo cuatro Aprobados. Obtuvo el grado de Bachillerato el 18 de junio de 1901. Y precisamente él mismo dejó constancia de que fue graduado bachiller en Segovia, por D. Juan del Cañizo, padre del que fue eminente catedrático de Medicina en Salamanca, D. Agustín del Cañizo.
1901 comienza en la Universidad de Salamanca los estudios de Licenciatura. Realizó simultáneamente con brillantez las carreras de Ciencias y de Medina, las que culminó tan de llenas excelentes notas, como sólo puede conseguirlas un número uno, un estudiante dotado de alto coeficiente intelectual y de trabajo, es decir, todo un talento aplicado al estudio. La carrera de Ciencias en la Sección de Químicas la acabó4 en 15 de junio de 1906. La carrera de Medicina dos años más tarde. Para hacernos una idea de las calificaciones, siempre muy honrosas, obtenidas en las materias cursadas, sin hacer un recuento cabal, basta ver que en Medicina supusieron 26 Sobresalientes, de los que dos fueron con Matrícula de Honor, 6 con Premio de Honor, 2 notables y 6 aprobados. El grado de licenciado en Medicina lo consiguió en 28 de junio de 1908, tras superar el examen que versó sobre El papel de las glándulas vasculares sanguíneas y enfermedades relacionadas con ellas, ejercicio realizado ante tres grandes figuras de la Medicina de entonces, como eran D. Isidro Segovia, D. Guillermo Hernández Sanz y D. Antonio Díez González, que le concedieron “Premio Extraordinario” por unanimidad.
Siendo estudiante formó parte del grupo denominado Gente Joven, que al paso de los años dio grandes figuras en las letras salmantinas (Fernando Íscar Peyra, José Sánchez Rojas, Federico de Onís, Arturo Núñez), que entonces se dieron a conocer en una revista de este mismo título, en donde Julio Sánchez Salcedo escribió, en 1905, un artículo titulado La actualidad del Quijote.
Pronto obtuvo la plaza de médico titular de San Vicente de Alcántara (Badajoz). No debió estar en el pueblo mucho tiempo, sin embargo sería suficiente para establecer allí una vinculación especial, pues “sus habitantes le profesaron cariño grandísimo y merecido por sus éxitos profesionales y por su bondad”5. Ya el 10 de noviembre de 1908 “regresaba de Extremadura rodeado de afectos y consideraciones”, que siempre le guardaron. De todas formas parece ser que con Extremadura se daba una mutua querencia, porque “el 20 de julio de 1915 regresó de Valverde del Fresno (Cáceres), adonde fue llamado para hacer una operación quirúrgica”6. Esa atracción también explica que volviera al aludido San Vicente, por ejemplo, en mayo de 1918, para estar allí hasta el 6 de junio, es decir 24 días, estancia que se debería a algo más que a la pura amistad, pues era época de fin de exámenes y fin de curso.
D. Julio Sánchez Salcedo se doctoró en Ciencias, sección de Químicas, con calificación de “Sobresaliente y Premio Extraordinario”. Igualmente con la calificación de Sobresaliente consiguió el título de Doctor en la Universidad Central de Madrid el 21 de junio de 1913.
El 3 de diciembre de ese año El Adelanto informa lo siguiente: “Ha llegado de París, donde ha permanecido una temporada en las clínicas de Oftalmología el culto doctor D. Julio Sánchez Salcedo”. Desde 1914 anuncia en la prensa, y casi a diario, que pasa consulta en Salamanca en la clínica oftalmológica que dirige en unión del médico Alonso Nieto, en la Plaza de la Libertad, Nº 9, de 11 a 13 horas. Y El Adelanto añade “habiendo consolidado su reputación como especialista de primera fila y conquistado un nombre envidiable”. Desde 1923 el anuncio lo hace unido a su hermano Emilio, añadiéndose “Medicina general, análisis y Rayos X”, y señalando como lugar la calle de Zamora, Nº 38.
Docencia, oposiciones, destinos
Su profesión académica la inició como profesor Auxiliar Interino en la Facultad de Ciencias, Sección de Químicas en octubre7 de 1912, cuyo nombramiento oficial le llegó en abril de 1913.Este servicio lo desempeñó hasta enero de 1916 en que renunció al mismo.
En 1915 realizó oposiciones a médico de la Beneficencia Municipal, en la que obtuvo plaza, como entonces la ganaron D. Antonio Rodríguez Bondía y D. Gonzalo Soler. Con ese motivo El Adelanto le dedica un artículo sumamente elogioso, en el que además de señalar parte de su currículum vitae, dice:
El triunfo de D. Julio Sánchez Salcedo, que ha obtenido por unanimidad el número primero entre opositores a plazas de Médicos de la Beneficencia Municipal estaba descontado para cuantos conocemos sus excepcionales dotes de inteligencia y laboriosidad y hemos seguido paso a paso sus éxitos… En las actuales oposiciones ha estado a inconmensurable altura, según opinión no sólo del tribunal, sino de cuantos médicos las han presenciado8.
En 1919 firmó las oposiciones a la Plaza de Profesores Auxiliares de Medicina de la Universidad de Salamanca. Como profesor en la referida Facultad desempeñó los siguientes servicios: Auxiliar Temporal, en virtud de concurso oposición (julio de 1920), destino que se confirmó, a los cuatro años, en 1924, según venía siendo lo normal. Luego en 1926, a propuesta de la Facultad de Medicina, pasó a ser, Profesor Interino de Oftalmología, rama en la que era especialista, según hemos visto. Dos años más tarde, (por R. O. de 9 de octubre de 1928) ejerció de Auxiliar Temporal de Patología y Clínica Médica; y nuevamente en 1930 quedó encargado de la cátedra vacante de Terapéutica. Finalmente desde febrero de 1932 se encargó de la Cátedra de Terapéutica y Farmacología experimental9.
Obtuvo por unanimidad el número primero entre opositores a plazas de Médicos de la Beneficencia Municipal, un triunfo recogido en los periódicos de la época
No fueron numerosas sus publicaciones, aunque prontamente salió su trabajo Arritmias cardiacas en Revista Médica Salamantina10, parece que posteriormente no siguió con iguales ánimos para escribir.
El 20 de mayo de 1923 el claustro de la Facultad de Medicina nombró una comisión para hacer un pedido de material científico y repartirlo por cátedras. La integraron D. Arturo Núñez, D. Antonio Trías y D. Julio Sánchez Salcedo. Tres días más tarde salieron para Madrid, para entrevistarse con el Conde de Romanones, D. Isidro Segovia, D. Guillermo Hernández Sanz, D. Casimiro Población y D. Julio. Éste regresó el día 26 del citado mes11.
La Casa del Pueblo de Salamanca venía organizando periódicamente conferencias culturales. Las impartían destacadísimas personalidades, como D. José Crespo Salazar, D. Casto Prieto Carrasco, Fernando Felipe y otros profesores prestigiosos. También fue llamado D. Julio Sánchez Salcedo el 2 de febrero de 1924. En la presentación del mismo D. Miguel de Unamuno dijo:
D. Julio no necesita presentación, porque tan ilustre, tan conocido como es en Salamanca, lo es también en la Casa del Pueblo, en donde varias veces, con su característica modestia y con su notable sobriedad, ha dejado oír su docta palabra en el hogar social de los trabajadores.
Y en su conferencia, en la que tuvo un cariñoso recuerdo para D. Filiberto Villalobos, trató cuestiones de Medicina social, sobre la necesidad de un Seguro Médico para que el trabajador pueda curarse sin el auxilio de una Beneficencia que le impone un médico determinado. Y señaló que hacía falta una Ley especial de Sanidad.
A últimos de junio de 1927 impartió un cursillo de Terapéutica promovido por la Academia Médico Escolar12. En julio de1928 los estudiantes de Medicina de Salamanca quisieron rendir un homenaje al Dr. D. Gregorio Marañón, organizado por la Academia Médico Escolar. Con tal motivo lo buscaron para presidir el acto, más lo que hizo fue considerarse un estudiante más, comentando y explicando, como el más antiguo alumno, una publicación del eminente médico Marañón13.En mayo de 1931 la Universidad de Salamanca rindió un homenaje al Dr. D. Agustín del Cañizo, con motivo de las bodas de plata de su Cátedra. Entonces se pronunciaron discursos en el Paraninfo de la Universidad y brindis en el banquete homenaje. Los discursos y los escritos enviados por personalidades que no pudieron asistir a los actos vieron la luz en un Boletín Extraordinario del Colegio Médico, en que figuran trabajos de las grandes eminencias de la Medicina, pero que se inicia y abre con el discurso de nuestro biografiado.
Sin que se pueda decir que D. Julio fuera un hombre viajero, se aprecia que salió fuera de esta ciudad con frecuencia. Siguiendo las noticias de la prensa, se advierte que fue a Madrid en diferentes ocasiones como 1915, 1919, 1923, etc. En 1915 su familia había pasado una temporada, en verano, en Candelario, y allí también él acudió naturalmente. En 1923 fue a París, en 1924 estuvo en Portugal.
La reputación de D. Julio estuvo unida a la que al parecer venía gozando su familia, como una de las más distinguidas en la ciudad14, y a la que él logró incrementar. En este sentido, no se puede hablar solamente de él. Hay que tener en cuenta, al menos, a su hermano Emilio. Éste terminó Medicina (grado de Licenciatura con Sobresaliente) en 1918; fue especialista en análisis y radiólogo. Ambos hermanos pasaban consulta conjuntamente. Con frecuencia todos los medios de entonces le aplican adjetivos tales como médico “estimado, culto, docto, reputado” y otros sinónimos. Alguna verdad habría, pues siempre fue señalado su arraigado prestigio profesional.
Como se habrá ido advirtiendo, D. Julio tuvo amistad y relación con las grandes figuras intelectuales y profesionales de Salamanca en el primer tercio del siglo XX. Esto fue posible, por cuanto su vida se fue desarrollando en diversos ámbitos: el universitario, los intelectuales extrauniversitarios, el de la Beneficencia Municipal, y en el ejercicio como médico particular, sin olvidar el lugar de esparcimiento social que entonces era el Casino de Salamanca, en el que destacaba la tertulia de los Médicos, e incluso el político local. Considerando su bondad y otras cualidades, nada es de extrañar que en cada uno de esos medios consiguiera consideraciones y devolviera la recíproca correspondencia de afectos. Destaca en primer lugar su amistad con D. Miguel de Unamuno, y le sigue la habida con D. Filiberto Villalobos, D. Agustín del Cañizo, D. Arturo Núñez y D. Casimiro Población. Citando ejemplos se ve su compenetración con los compañeros del claustro universitario, que ya se han mencionado; en la Academia Médico Escolar, con D. Darío Carrasco; en el Colegio Médico, con D. Nicasio Cimas; con D. Casto Prieto Carrasco, formando parte del Consistorio municipal15, siendo concejal del Ayuntamiento de Salamanca los dos años del primer gobierno republicano. D. Julio fue vicetesorero del Casino y formó parte de la famosa “Tertulia de D. Miguel de Unamuno”16. Por otra parte, se le ve citado en puesto destacado en los homenajes tributados a diferentes eminencias de la ciudad o de las que vienen a Salamanca17.
Su vida se fue desarrollando en diversos ámbitos: el universitario, los intelectuales extrauniversitarios, el de la Beneficencia Municipal, en el ejercicio particular y en el Casino
En resumen fueron muchísimas las personalidades señeras de la sociedad en los años veinte y treinta de la pasada centuria en Salamanca con la que tuvo vinculación, pero sobre todo con los médicos de su época.
No mucho después de iniciado el levantamiento militar contra la Segunda República, D. Julio Sánchez Salcedo fue suspendido gubernamentalmente en sus funciones el 1 de diciembre de 1936. Luego, dándole curso a su expediente, fue inhabilitado para el desempeño de cargos directivos con separación definitiva del servicio el 27 de octubre de 1937.
Pero a esto tan desgraciado y calamitoso para él y para su familia, D. Julio supo sobreponerse y siguió ejerciendo la Medicina de modo particular. La Guía Fag de médicos de Salamanca en 1938 lo señala como médico de Medicinal general.
No se puede afirmar rotundamente que a lo largo de su vida tuviera una salud algo delicada, aunque hay algunos indicios que lo así apuntan18, como que en junio de 1923 fue con su hermano Ángela los Baños de Retortillo, y, sobre todo, viendo que murió soltero cuando sólo contaba 58 años. Falleció 19 el 15 de febrero de 1943. La Universidad y El Adelanto dejaron una muy sentida necrológica:
Su caballerosidad ha estado y está presente en los salmantinos. Todo cimentado en el desempeño de la Medicina y la docencia de ella, a la par que su nombre alcanzó el más arraigado prestigio y la personalidad más destacada. Con abnegada vocación y las cualidades del hombre que supo sentir los dolores, a la vez que llevaba su ciencia, también sabía compartirlos, mitigarlos y socorrer las necesidades de los humildes. Así fue la vida y la obra del Dr. Sánchez Salcedo, sencilla, bondadosa, caritativa.
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