Por Ramón Martín Rodrigo
Licenciado en Geografía e Historia y en Historia del Arte
y doctor en Geografía e Historia
D. Fermín Querol Navas nació en Valladolid el 25 de septiembre de 1906. Fueron sus padres José Querol Sabaté, natural de Alcañiz (Teruel), de profesión del comercio, y Beatriz Navas Rodríguez, natural de Valladolid. Era el segundo hijo de este matrimonio, cuya madre murió siendo él muy joven. Su padre contrajo segundas nupcias naciendo una hija, Teresa. También el nuevo estado se vio trucando prontamente por el fallecimiento de D. José. Así pues, D. Fermín Querol sufrió en su juventud las duras circunstancias de perder a sus padres, lo que puede influir poderosamente a la hora de realizar estudios, a veces positivamente para poner más aplicación en los mismos. D. Fermín cursó primaria, secundaria y Medicina en Valladolid. En 1927, siendo estudiante, fue llamado al servicio militar. D. Fermín se casó con Marina Prieto Alonso, natural de Salamanca, y ambos tuvieron cinco hijos: Fermín, Carlos, Ramón, José María y Marina. Su hijo D. Ramón Querol Prieto, profesor titular en la Facultad de Medicina de Salamanca, fue adjunto en el Departamento de Patología Médica de su padre. Ambos publicaron conjuntamente algunos trabajos.
D. Fermín obtuvo el grado de Licenciado en 1930, con premio extraordinario. Tenía, pues, 24 años y un expediente excepcional. También realizó prontamente el doctorado y la tesis. En seguida ejerció unos años como profesor auxiliar en la Facultad de Medicina de Valladolid, formando parte de la conocida escuela del Dr. Misael Bañuelos, catedrático de la Facultad de Medicina de Valladolid. Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios, fue en 1932 a Alemania para realizar estudios en Universidad de Kiel, donde permaneció durante 1933.
Convocada oposición por el turno de Auxiliares, a la Cátedra de Patología Médica de la Facultad de Salamanca, obtuvo meritoriamente la referida plaza, siendo nombrado catedrático de la misma con fecha 19 de octubre de 1935. No hay que olvidar que la oposición constaba de varios ejercicios y que en ella había que presentar los méritos profesionales. Llegado a Salamanca, según él mismo refirió, le dio posesión D. Miguel de Unamuno, rector de la Universidad, en un acto sencillo y protagonizado solamente por ellos dos.
En la Facultad de Salamanca vino a ocupar una vacante que había sido prestigiada por el reputado doctor D. Agustín del Cañizo García2. “Pero no pasaron muchos años sin que en Salamanca se le conociera. Muy pronto laten en la ciudad, en la provincia respeto, admiración y gratitud hacia el doctor Querol”3.
La guerra civil incidió en la enseñanza universitaria y alteró la vida en la ciudad, donde, por estar en retaguardia se establecieron diferentes hospitales para atender a los heridos. D. Fermín fue nombrado director de uno de los hospitales. Compañeros hubo que fueron sancionados. Él no sufrió ni multa, ni depuración, ni interrupción en sus servicios, que se recoja en su expediente, y así el 24 de septiembre de 1939 ascendía a la séptima sección del escalafón. Pasados aquellos tres difíciles años, volviendo paulatinamente las cosas a la normalidad académica, “atendiendo a las circunstancias” que se daban en la Facultad de Medicina de Salamanca, en 1940 recibió la credencial de Decano de la misma, cargo que desempeñó hasta el 18 de octubre de 1951. También en 1940 consiguió por concurso de méritos el título de Profesor interino de Oftalmología para desempeñar la consiguiente docencia.
A pesar de la carestía de la vida y el retraimiento económico de los años cuarenta, en la Facultad de Medicina de Salamanca, con la colaboración con la Jefatura Provincial de Sanidad y del Colegio Médico, se impartió durante cinco años consecutivos, de 1943 a 1948 un Curso de Perfeccionamiento Médico Sanitario. Intervinieron como profesores los intelectuales y los profesores más relevantes de la aludida Facultad, entre otros, Alfredo Carrato, Miguel Moraza, Manuel Valdés y Fernando Cuadrado. D. Fermín, como catedrático y además por ser Decano de la Facultad, no podía faltar entre los profesores ponentes. Así en el II de estos cursos en noviembre de 1944 impartió la conferencia Complicaciones de las enfermedades tifo-paratíficas. En el curso III disertó sobre Clínica y tratamiento de las neumonías infecciosas. En el IV curso lo hizo sobre Exploración funcional de los órganos hematopoyéticos. Finalmente, en el V curso su ponencia fue acerca del Estado actual de nuestros conocimientos en el tratamiento del cáncer.
En junio de 1959 tuvo lugar en Salamanca el V Congreso Nacional de Alergia. El comité organizador estuvo presidido por el catedrático de Patología General, Dr. Balcells Gorina, formando parte del mismo D. Fermín y, el profesor adjunto de su Departamento, Peláez Redondo.
En el curso 1972-73, la Sociedad Española de Gerontología organizó en Salamanca el VI Congreso de Gerontología, que presidió D. Fernando Cuadrado Cabezón, y ocuparon las respectivas “mesas” las más destacadas personalidades, siendo presidida la mesa Médica por don Fermín Querol Navas, y en ella se trató de la Patología del Hígado en el anciano.
Conforme fueron pasando los años acortando cada vez más la distancia a nuestros días, la investigación y las publicaciones de Medicina se fueron haciendo más numerosas e importantes. Los Departamentos de la Facultad de Medicina tuvieron más dotación y facilidad para publicar y medios para investigar. Además se fue imponiendo que se realizase en colaboración y en equipo tanto la investigación y como bastantes trabajos de ponencias y comunicaciones. En ese marco es en donde hemos de ver las publicaciones de los últimos años de D. Fermín. Aunque aquí sólo recojo unas pocas, creo que son suficientes como representativas de su labor.
– La hipertensión esencial4
– Abdomen agudo diabético5. En unión del Dr. Manuel Benito Sendín. Curso1970-1971.
– Problemática actual de la diabetes en Acta Médica, pp 83- 94, 1972.
– Proteínas plasmáticas y patología de la edad senil. En colaboración con profesores adjuntos y profesores ayudantes del Departamento de Patología6, 1973.
– La Significación Clínica, conjuntamente con su hijo D. Ramón Querol Prieto, resumen de la tesis doctoral de D. Ramón, 1973.
– También hay que anotar en este apartado la Oración Inaugural del año académico 1955-56, de la que doy cuenta unas líneas más abajo.
– Participó en varios tratados de Medicina Interna, llamados sencillamente el Bañuelos, el Peláez, cada uno de ellos dirigido por el afamado doctor del nombre atribuido.
En el curso 1947- 48 Salamanca rindió un homenaje al Dr. D. Fernando Rodríguez Fornos, Rector de la Universidad de Valencia. El acto tuvo lugar en la Diputación Provincial y en él tomaron parte muy directa el Rector de la Universidad de Salamanca y el Decano de a Facultad de Medicina, el Dr. D. Fermín Querol.
En 1951 fue nombrado vocal del tribunal de oposiciones a la cátedra de Patología Médica de la Facultad de Medicina de Madrid, cuyo presidente era D. Carlos Jiménez Díaz, y los restantes vocales D. Fernando E. de Salamanca, D. Pedro Peña Pérez y D. Juan Gibert Queraltó. Es decir, se habían reunido cinco de las grandes eminencias de la Medicina de aquella época.
En octubre de 1955 pronunció el Discurso Inaugural del curso 1955-56 Inmunización y “Therapia sterilisans” en el centenario de Ehrilch. La disertación se centró en la figura del eminente médico alemán Paul Ehrilch, cuyo centenario se acababa de cumplir, y cuyo recuerdo se estaba desvaneciendo, a pesar de haber sido una figura excepcional en la Medicina. Querol expuso sucintamente en el Discurso la serie de descubrimientos, los estudios y la contribución que hizo a la Medicina el aludido doctor, especialmente cómo ese eminente médico alemán fue el introductor de un vocabulario científico y de la Quimioterapia.
En marzo de 1973 fue nombrado Académico Electo de la Real Academia de Medicina de Salamanca, aunque no llegó a materializar su condición de Numerario por renuncia7 que presentó en octubre de 1975.
También fue nombrado vocal de la Junta de Gobierno del Instituto de Investigaciones Clínicas, fundación debida a la Diputación Provincial de Salamanca como centro coordinado del C.S.I.C.8.
Un hecho anecdótico: Con fecha 30de siembre de 1982 fue nombrado vocal del tribunal de oposiciones a Profesores Adjuntos de Universidad de la disciplina Psiquiatría. Naturalmente hubo que contestar al oficio de referido nombramiento explicando que D. Fermín había muerto en 1981.
Cuarenta y un años de docencia universitaria como catedrático. Se jubiló en1976. Murió el 11 de agosto de 1981.
Además de las cualidades expuestas hay que señalar que ejerció la docencia en la Universidad de Salamanca 41 años, estando al frente de la Primera Cátedra de Patología y Clínica Médicas, en la que en sus últimos años había media docena de profesores entre adjuntos y ayudantes. Como director de Departamento tenía que estar al tanto de las tesinas de licenciatura, las tesis doctorales, los cursos de doctorado, los congresos y cursos extraordinarios, seminarios, (por ejemplo, el del curso 1960-61), etc. Y además hacerse cargo de algunas asignaturas por “acumulación de cátedra”.
Entre las “Actividades especiales” de su cátedra se pueden señalar la dirección de las tesis siguientes: – El reflejo óptico vegetativo, por D. Antonio López Borrasca, personaje que llegó a ser figura eminente de Hematología. – Estudio sobre proteínas en enfermos renales y en la asistolia congestiva, por D. Manuel Benito Sendín. – Aspectos metabólicos de la acción salidiurética, por D. Dionisio Alonso Gutiérrez. Y, finalmente, la tesis de su hijo D. Ramón Querol, arriba citada en el punto relativo a publicaciones.
En 1976 al cumplir la edad reglamentaria de los 70 años fue jubilado. Aún podía dar mucho a la Medicina, pero entonces las cosas no se contemplaban así. Pocos años disfrutó de su jubilación, pues falleció el 11 de agosto de 1981, sin haber estado con anterioridad prácticamente enfermo.
A) D. Fermín Querol expuso que en los últimos 50 años la Medicina había progresado enormemente, habiéndose dado vertiginosos adelantos médicos. Durante su larga vida de docente conoció la creación del nuevo Hospital Clínico de Salamanca, que se abrió el último curso de su vida profesional. Por eso, entre otras cosas, se daba cuenta de que había mejorado infinitamente la dotación de instrumental y de medios de diagnóstico, de tratamiento y de prevención de las enfermedades.
B) Como tantos estudiosos, entendía que era necesario poseer una sólida formación cultural, y seguir estudiando continuamente, especialmente un médico internista. “En la Clínica no hay genios precoces”, señaló. La Medicina interna es el cimiento indispensable de todo clínico, se titule o no especialista.
C) En la Facultad de Medicina, en la sala de Clínica Médica del Hospital Provincial ejerció siempre el doctor Querol una Medicina humanizada, la misma exactamente que en su consulta privada… Sí, la escuela del Dr. Querol fue siempre la de una Medicina humanizada, en la que el paciente no era un número, sino el ser que en los momentos de diálogo, en la observación y evolución de su padecimiento era también un libro abierto.
D) Dio interesantes observaciones sobre lo que él llamó Patología del bienestar, o enfermedades características de momento actual, cuando, en vez de anemias de hambre, son más frecuentes los infartos de corazón, los accidentes de tráfico y el cáncer.
E) Incidió mucho en la Medicina preventiva “hacia la que en un tiempo no lejano habrán de concentrarse los recursos de la Sanidad Oficial”
F) Hablaba un castellano purísimo. “Su palabra era como una mezcla alquímica, no deflagrante”. “Cada lección de Querol era arte, ética, religión, estética, además de otras variadas y ricas dimensiones de la creación humana”. Muchos estudiantes de Medicina, entre ellos D. Luis Sánchez Granjel, iban a clase con verdadero gusto, sólo por su manejo del idioma castellano9.
G) Dejó un grato recuerdo en infinidad de personas. Los años de su docencia experimentaron un continuo incremento de estudiantes de Medicina, por lo que, al paso de las promociones de cada curso, hay que unir lo numeroso de las mismas, que significan más trabajo y más atención, de suerte que si sus antiguos alumnos guardan un grato recuerdo de sus clases inmejorables, eso significa un mayor mérito.
“Yo le tengo por uno de mis mejores profesores, por uno de los mejores docentes que han pasado por las aulas universitarias salmantinas”, dice D. Luis Carlos Tejerizo López. Los médicos que lo recuerdan con cariño son muchísimos, pero en este espacio no hay lugar para recoger todo cuanto pudieran decirnos. Enrique de Sena señaló las siguientes características en D. Fermín: Precisión, serenidad, claridad en la labor docente, extremar hasta donde es humanamente posible el diagnóstico. Por su parte, Pedro Casado dijo: Rigor, honradez, sobriedad y pulcritud. Rebosaba sabiduría y competencia. El diagnóstico del Dr. Querol era inapelable. Dio lo mejor de sí mismo a la Medicina, a la Universidad, a la ciudad y a la provincia, sin exigir nada a cambio. Y añadió algo que no se explica: No le han hecho toda la justicia que se merecía, que era mucha, porque grande fue su proyección como docente, como investigador y como médico. Sirvan estas líneas como reparación de lo que no se le tributó, y para que a la vez se avive su digna memoria.
FUENTE DOCUMENTALES Y DE INFORMACIÓN:
A. Expediente profesional, custodiado en el Archivo Universitario de la Universidad de Salamanca.
B. Entrevista realizada en El Adelanto el 31 de octubre de 1976, por E. de Sena.
C. Necrológica escrita por E. de Sena en El Adelanto el 12 de agosto de 1981
D. Necrológica escrita en La Gaceta Regional el 13 de agosto de 1981 por P. C.
E. Memorias de varios Años Académicos de la Universidad de Salamanca, que se guardan en la Biblioteca general de la referida entidad.
F. Libro de Tejerizo López, L. C.: Real Academia de Medicina de Salamanca. Una crónica muy personal. Salamanca 2006, pp 229-233
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