En España, el punto de partida de la arquitectura de hierro se debe a Alberto de Palacio, distinguido ingeniero y arquitecto bilbaíno, autor del Puente Colgante de Portugalete y de la estación de Atocha de Madrid, que siguió las pautas de Gustave Eiffel.
El pasado 3 de enero nos dejó José Almeida Corrales, médico, profesor de Traumatología y artista, pero también esposo, padre, abuelo, amigo, compañero… Él, que siempre quiso ser arquitecto, llegó a decir que, si volviera a nacer, elegiría de nuevo la Medicina sin dudarlo, porque “quien ha sido médico queda marcado para siempre”. Hoy es su recuerdo el que quedará grabado con pincel eterno en el corazón de quienes le quisieron. He aquí una muestra de su huella. También seguirá plasmada en estas páginas gracias al ‘Desván de Arte’ desde el que se asomaba a su querida Salamanca.
Textos seleccionados por el autor a partir de su Laboratorio del lenguaje; reproducidos con autorización de ‘Diario Médico’ CITA HISTÓRICA ¿Cuántos idiomasdebe conocer un médico? En su famosa obra Los tónicos de la voluntad: reglas y consejos sobre investigación científica (1896) —de lectura obligada desde hace más de un siglo para todo joven científico español—,
Está convencido de que si uno se siente anciano es por culpa de la “inercia” y “de la pérdida del interés intelectual”, así que siempre tuvo claro que para él la jubilación no significaría ‘parar’, sino “reinventarse”. Ya al inicio de la charla avisa: “Terminé la carrera en 1971, así que antes de llegar a Salamanca me ocurrieron cosas también muy interesantes…”. A quien las conoce no le cabe duda. Borbotones de vida que aquí regala; de Medicina, claro, pero no solo. Ni mucho menos.
La vocación artística y la dedicación de Patricia González y Marta Huélamo, MIR de primer año, han puesto los cimientos de un proyecto ilusionante y solidario que ya cuenta con 30 médicos y tiene vocación de continuidad