“El sentido del humor nos ayuda a reírnos de nosotros mismos y no creernos únicos ombligos del universo, a reír juntos para poder convivir en paz”
Situada en la Plaza de San Julián, fue fundada en 1623 por don Bartolomé Caballero Torquemada, abad de la Real Clerecía de San Marcos, como casa de acogida de viudas pobres y honradas que se financiaba con el legado de su fundador y la modestísima dote de las internas más acomodadas. Puede decirse que fue “medio convento, medio hospicio”.
La preeminencia de determinados doctores ha hecho que varios médicos, siendo también excelentes profesionales, hayan sido pospuestos en la presentación de sus biografías. Sin acudir a medianías, de vez en cuando será conveniente recordar a aquellos médicos algo olvidados que por alguna circunstancia tuvieron gran reconocimiento social. Igualmente, algunos de los más prestigiosos doctores en Salamanca tampoco han sido objeto de atención, porque cuando se encontraban en un buen momento se marcharon de esta ciudad. Seguidamente recojo brevemente las semblanzas de cuatro doctores, dos de la primera clasificación y otros dos de la segunda, pero limitándome a su estancia en nuestra capital.