Se encuentra situada en la calle de Bordadores, en un ensanche o placita evocadora al lado de la Casa de los Ovalle, donde murió el rector Unamuno, en la confluencia con la calle de las Úrsulas frente a la estatua de don Miguel y al torreón del convento. Es la casa que se hizo para morada el gran arquitecto del renacimiento Juan de Álava o Juan de Ibarra, que a los efectos es el mismo, por lo que no cabe extrañarse de que desarrollara en ella todo su ingenio. Para mí, constituye la mejor muestra local de la arquitectura civil plateresca, solo superada por la fachada de la Universidad.
“Sería maravilloso que todo ese basurero fuese directamente al baño y luego tirar de la cadena para que no me estropee más el ánimo”
“El dolor puede desbordar su condición de síntoma para convertirse por sí mismo en enfermedad”