La pandemia de COVID-19 no solo ha dado un vuelco a la vida cotidiana de los ciudadanos, sino que ha puesto ‘patas arriba’ un sistema sanitario con muchas debilidades. Ahora no solo se enfrenta a una segunda ola de esta enfermedad infecciosa, más larga y quizás peor, sino que empieza a sufrir las consecuencias derivadas de esas otras patologías ‘olvidadas’ que, en realidad, no están siendo debidamente tratadas por diferentes motivos. Entre ellos se encuentra, indudablemente, la falta de recursos humanos, pero también los cambios organizativos que ha supuesto esta crisis sanitaria y la necesidad de dedicar gran parte de los recursos al abordaje del coronavirus, en menoscabo de otras enfermedades. La realidad es que los ciudadanos encuentran muchas dificultades para contactar con sus centros de salud y para acceder a sus revisiones habituales, y los médicos no dan abasto, sumando las patologías habituales a la alta demanda asociada a la COVID y, además, por teléfono.
“Realmente estamos ante un gran problema. La pandemia ha acaparado gran parte de los recursos en Atención Primaria, por lo que las enfermedades crónicas (enfermedades cardiovasculares, largos supervivientes oncológicos, enfermedades neurodegenerativas…), así como la prevención primaria, han quedado relegadas”, explica el Dr. Pablo Baz, vocal de Atención Primaria Rural del Colegio de Médicos de Salamanca (COMSAL), quien advierte, además, de los costes que esta situación supondrá a corto, medio y largo plazo.
“Hay costes tangibles, como el sufrimiento de nuestros pacientes por dichas demoras, tanto de tratamientos precoces como de pruebas retardadas o diagnósticos tardíos por miedo al contagio de la población y por sobrecarga de los profesionales sanitarios. La demora en el abordaje de enfermedades crónicas o no detectadas aumentará los costes sanitarios en ingresos más prolongados, tratamientos más costosos y pruebas innecesarias. Pero también habrá costes intangibles, que se refieren a la prevención que se deja de hacer. No sabremos la repercusión que esto tendrá a largo plazo. Reducir la prevención de eventos cardiovasculares, por ejemplo, implica todo un problema de menor esperanza de vida en nuestro país”, indica.
Una realidad sobre la que ya “advertimos los profesionales desde el principio de la pandemia”, como asegura, por su parte, la Dra. Auxiliadora Velasco, vocal de Atención Primaria Urbana del COMSAL, que ve con preocupación cómo pacientes crónicos a los que controlaban para procurarles una buena calidad de vida, como diabéticos, hipertensos o pacientes pluripatológicos complejos, han visto relegada su atención. Pero lo cierto es que, como añade esta médica de Familia, “las enfermedades continúan su ritmo, y siguen apareciendo procesos agudos: cólicos nefríticos, otitis, infecciones de orina, infartos de miocardio, dolores abdominales… que, si no son atendidos en un tiempo razonable, pueden evolucionar y llegar a requerir una atención más compleja y, en ocasiones, con resultados desfavorables”. Mientras, se sigue retrasando el seguimiento de las patologías crónicas, “en algunos casos porque los pacientes temen acudir a los centros de salud y, en otros, porque la accesibilidad telefónica no está siendo adecuada para un sector de población que tiene claras dificultades con las nuevas tecnologías”.
De este modo, uno de los principales retos que dejó la pandemia de COVID-19 en su primera oleada, el de “mantener una asistencia adecuada para el resto de patologías, es evidente que se está resintiendo”, según confirma también el jefe de Medicina Interna del Complejo Asistencial de Salamanca (CAUSA), el Dr. José Ángel Martín Oterino. “Existen mayores dificultades para muchos grupos de pacientes, en particular, personas que precisan un diagnóstico acelerado porque su sintomatología puede indicar una enfermedad grave, enfermos ya diagnosticados que precisan nuevas pruebas para reevaluar su situación o pacientes con procesos crónicos en los que se ha debilitado el seguimiento de sus enfermedades”, añade. Pero, además, el obligado cambio que esta enfermedad está produciendo en el modelo asistencial tradicional va a conducir a que una pieza clave del mismo, como es el diagnóstico precoz, “se resienta claramente, con lo que es esperable que empeoren los resultados en salud de muchas patologías, especialmente en los procesos tumorales”.
Un escenario complejo que, de momento –al contrario de lo que sucedió en la primera ola de la COVID-19, cuando incluso se dejó de recibir a pacientes con otras patologías–, mantiene el pulso en Urgencias, una especialidad que, por fortuna, y pese a la graves deficiencias de personal existentes, “sigue abierta 24 horas al día, los 365 días del año”, según explica el Dr. Miguel Ángel Delgado, médico del Servicio de Urgencias del Clínico, quien confirma que otra vez “estamos en plena tormenta y nos esperan meses muy difíciles”. “En marzo o abril solo venían pacientes COVID, hasta la gripe desapareció, al igual que otras muchas patologías, pero ahora estamos en un nivel de pacientes y enfermedades similar al de otros años, con menos patologías respiratorias, quizá por las mascarillas y la distancia social, pero, a la vez, con muchos pacientes crónicos que presentan un agravamiento de su situación por falta de seguimiento”, añade el también vocal de Médicos Tutores y Docentes del Colegio.
Todo ello, en medio de un problema crónificado y grave, como es la escasez de recursos humanos, que afecta, en mayor o menor medida, a todo el sistema. “Estamos incluso peor que en la primera ola, con muchos compañeros de baja, ahora sin la ayuda de otros especialistas que nos reforzaron entonces, e incluso sin médicos residentes”, relata el Dr. Delgado.
Una situación que también es especialmente preocupante en el primer nivel asistencial, que ya arrastraba ‘acumulaciones’, jubilaciones no cubiertas y plantillas inestables.
“Llegamos tarde en dar soluciones que llevamos reclamando varios años y que la pandemia ha sacado a la luz. La Atención Primaria requiere un mayor presupuesto para conseguir trabajar con dignidad y plantillas adecuadas a las necesidades de los pacientes, necesita liberarse de cargas burocráticas que entorpecen y sobrecargan las consultas y necesita prevención y promoción de la salud, formación, docencia, investigación y atención preferencial a la persona en su entorno familiar y social, algo que ahora, tras unos meses sufriendo esta enfermedad infecciosa, hemos comprobado que tiene mucha más importancia de la que se le había concedido”. Reivindicaciones en boca de la Dra. Auxiliadora Velasco compartidas por toda la profesión médica y a las que habría que añadir una mayor coordinación entre centros de salud, Urgencias y consultas hospitalarias que no acaba de materializarse, aunque hay avances.
Es la cara y la cruz de los centros de salud, que no se encuentran cerrados ni están sin actividad, más bien todo lo contrario. Pero este cambio brusco y radical que ha experimentado la asistencia sanitaria primaria está suponiendo serios inconvenientes, no solo para los usuarios, que pasan jornadas enteras sin poder contactar con su médico, sino también para los facultativos, que, con plantillas ya de por sí mermadas, deben asumir a todos los afectados por la pandemia con sintomatología menos grave, soportar una enorme carga burocrática y atender consultas por teléfono, no exentas de complicaciones. “Los centros de salud han cambiado objetivamente, no se ven aglomeraciones en las salas de espera para evitar que sean focos de contagio y transmisión de enfermedades, intentando que sean lugares seguros para los pacientes que requieren atención presencial, pero siempre han permanecido abiertos para la atención urgente, así como para aquellos que precisan ser explorados en consulta”, asegura la Dra. Auxiliadora Velasco.
Sin embargo, como apunta el Dr. Martín Oterino, aunque “haber introducido la consulta no presencial a todos los niveles es un factor positivo en muchos aspectos, especialmente en Atención Primaria, nos estamos encaminando hacia el polo opuesto, y nunca podemos perder de vista que el contacto real entre el médico y el paciente sigue siendo esencial en la valoración de cualquier enfermedad”. Por eso, el jefe de Medicina Interna considera que se debe recuperar cuanto antes “la atención directa de los enfermos, ya que es la que permite priorizar la derivación con mayor rapidez a otro nivel asistencial y optimizar las pruebas diagnósticas que necesiten”.
“Si seguimos con la atención telemática a este nivel, acabaremos siendo autómatas, y eso no puede ser. Ver a un paciente, hablar con él y mirarle a la cara, es la mitad de una consulta”, asegura, por su parte, el Dr. Miguel Ángel Delgado. Como resalta el Dr. Pablo Baz, “la nueva normalidad nos ha hecho cambiar la atención a nuestros pacientes a la fuerza, y todos tenemos que adaptarnos. Aun así, los profesionales sanitarios debemos ser más cuidadosos para tratar de demorar el progreso de estas enfermedades”. Además, como añade la Dra. Auxiliadora Velasco, es imprescindible no olvidar “a los que más están sufriendo las consecuencias de esta pandemia: los mayores que viven solos en sus domicilios, los que tienen unas condiciones sociales más desfavorables, los que se han quedado sin trabajo y sin posibilidades de salir adelante… Ojalá esta pandemia nos recuerde que lo que le pasa a una persona de mi comunidad, de mi zona o área de salud, de mi ciudad o de mi portal, repercute en la salud o enfermedad de todos”.
De este modo, como recuerdan los médicos, y teniendo siempre presente que la asistencia urgente ha funcionado, funciona y funcionará a tiempo completo, es necesario seguir avanzando en los protocolos de derivación y en la necesaria coordinación entre la atención primaria, la urgente y la hospitalaria.
“No todo son malas noticias”, subraya el Dr. Baz, que detalla: “Se está priorizando, por supuesto, la atención de la urgencia vital, y también han aumentado las visitas a domicilios, al tiempo que hemos aprendido a proteger mejor de los contagios a los pacientes en los centros de salud, así como a nosotros mismos”. Además, añade, “existen más métodos de diagnóstico rápido para tomar decisiones epidemiológicas con inmediatez, el personal de Atención Primaria está más adiestrado que en la primera ola y el sistema 112 de Castilla y León, además de ser muy profesionalizado, es muy eficaz y accesible para traslados hospitalarios urgentes; los protocolos son constantes entre ambos niveles asistenciales, con mayor intercambio de información y mayor eficiencia que antes”.
De hecho, como también apunta la Dra. Velasco, “se está haciendo un verdadero esfuerzo por parte de los profesionales para mantener una buena relación a través de interconsultas no presenciales, protocolos e interconsultores de cada servicio hospitalario que facilitan y agilizan las citas preferentes, urgentes o aquellas que han quedado en suspenso tras estos meses de pandemia”.
Del mismo modo, según señala el Dr. Miguel Ángel Delgado, desde el Colegio de Médicos “estamos trabajando para seguir avanzando” en esta necesaria coordinación, aunque a Urgencias todavía llegan muchos pacientes que no han podido acceder al primer nivel asistencial. Es difícil, como apunta el Dr. Martín Oterino, “equilibrar los esfuerzos para atender a todos los pacientes, porque en la primera oleada vimos que casi ‘desaparecían’ los enfermos no COVID, pero ahora eso no está ocurriendo, y tenemos que ser capaces también de prestarles la atención que merecen. Ello obliga a priorizar todavía mejor la asistencia, ya que los recursos siguen siendo limitados”. En este sentido, en el servicio de Medicina Interna se ha realizado un esfuerzo adicional por coordinar sus protocolos de actuación con Primaria y Urgencias.
Para facilitar la relación con Primaria, varios teléfonos permanecen abiertos permanentemente para que cualquier compañero llame ante los problemas que le suscite la atención a un paciente y así poder derivarle mejor, tanto a una consulta general como a las de diagnóstico rápido o continuidad asistencial para el paciente crónico pluripatológico. También hay canales abiertos con la Unidad de Enfermedades Infecciosas y con la consulta PostCovid. “Hemos hecho un esfuerzo importante para incorporar la interconsulta no presencial a nuestro quehacer diario, que está demostrando que es una herramienta ágil que permite conseguir dinamizar la asistencia”, cotinúa el Dr. Martín Oterino, además de reforzar las guardias en hospitalización, revisar los criterios de ingreso con el servicio de Urgencias y evitar retrasos. Aun así, recuerda a la población que debe recurrir a su médico de Primaria o a los puntos de atención urgente extrahospitalaria antes de ir Urgencias del hospital, siempre que sea posible, claro está”.
√ DRA. AUXILIADORA VELASCO: “Los profesionales estamos sobrecargados de trabajo, a veces no somos comprendidos por parte de algunos pacientes, que desconocen o minimizan el trabajo arriesgado, con escasos recursos humanos y materiales, obligados a sacar adelante jornadas con agendas de 30 o 40 consultas, desbordados por la pandemia y otras muchas patologías”.
√ DR. PABLO BAZ: “La percepción que tenemos es de desolación ante esta situación de sobrecarga laboral. Nos vamos a casa con un saco de emociones que afecta a nuestras familias: tristeza, estrés, impotencia, rabia, incertidumbre. En mi consulta me han llegado a confesar que un paciente pasaba hambre. Somos igualmente personas, con los problemas de toda la sociedad, con miedo a contagiar a nuestros mayores, hijos, enfermos…
√ DR. JOSÉ ÁNGEL MARTÍN OTERINO: “El cansancio se va notando, especialmente el mental. Tuvimos que hacer frente a una enfermedad desconocida y que ponía en riesgo nuestras vidas, y desde marzo estamos sometidos a continuos cambios en la distribución del trabajo. Y por si todo esto no es suficiente, nos enfrentamos a un futuro incierto y nada alentador en la evolución epidemiológica”.
√ DR. MIGUEL ÁNGEL DELGADO: “El virus nos afecta a todos, y a cada uno de una forma distinta. A veces dan ganas de llorar, esto es como un incendio: llegar, apagar… Y luego piensas “que esto se acabe pronto”, piensas en descansar, y luego otra vez. El virus ha venido para quedarse, eso es lo primero que tendrían que haber recalcado, y no tanta información y leyes contradictorias. Mientras tanto, y aunque sea duro, no nos podemos juntar”.
El Colegio Oficial de Médicos de Salamanca ha puesto en marcha una campaña de sensibilización que, bajo el lema ‘RespetaCumpleGana’, trata de intensificar la respuesta de la ciudadanía salmantina frente a la COVID-19, en especial la más joven, a la que pide respeto y cumplimiento estricto de las medidas preventivas contra la pandemia. Desde la organización profesional se insiste en la responsabilidad de mantener las recomendaciones estableicidas, haciendo hincapié en respetar la distancia social, limitar la participación en reuniones y tener el máximo cuidado en espacios cerrados sin ventilación.
La iniciativa también quiere llamar la atención sobre los efectos que la epidemia está teniendo en el día a día de los médicos, quientes, junto a la alta presión asistencial que soportan, deben hacer frente a continuos vaivenes políticos y normativos, como el reciente RD 29/2020, que echa por tierra el modelo de especialización médica. En este sentido, el Colegio de Médicos pide a los ciudadanos colaboración y que sean conscientes de que los circuitos de acceso a centros de salud y hospitales no los marca el médico. La pandemia lo ha cambiado todo, también la ‘entrada’ al sistema sanitario, lo que no significa que los profesionales no estén haciendo frente a la situación con los recursos humanos y materiales existentes.
En esta línea, desde la campaña se llama a la responsabilidad en el consumo de recursos sanitarios en beneficio de quienes más lo necesiten, y se pide ayuda en el día a día, ya que en cada uno reside gran parte de la responsabilidad para acabar con la pandemia. Por si existe alguna duda sobre la necesidad de ser respetuosos en todos los ámbitos y con todas las medidas que exige la pandemia, el Colegio se pone a disposición de los ciudadanos que puedan tener alguna pregunta sobre el comportamiento preventivo a seguir para evitar contagios. Para ello, ha habilitado un canal de consulta a través del email covid19@comsalamanca.es
Intervenciones en las emisoras de radio
Para incidir en este mensaje, varios miembros de la Junta Directiva de la institución colegial han intervenido en distintas emisoras de radio para trasladar a la población la necesidad de ser estrictos y responsables con las recomendaciones a fin de evitar contagios en el entorno personal y familiar. Todas las intervenciones están disponibles en este ENLACE.
Deja una respuesta