Por Jesús Málaga
Durante los años de existencia de la revista del Colegio de Médicos de Salamanca he ido desgranando la vida de los muchos hospitales que, durante su larga e interesante historia, han funcionado en la ciudad del Tormes. Es la primera vez que dedico uno de mis artículos a la fundadora de un hospital construido por una salmantina fuera de Salamanca, Beatriz Galindo, La Latina.
Hay que trasladarse hasta el Campus de Ciencias de la Universidad de Salamanca y entrar en una calle que va desde Libreros a Las Mazas para encontrar la casa que perteneció a Beatriz Galindo, La Latina, la mujer que nació en Salamanca en 1465 en una familia de hidalgos y murió en Madrid el 23 de noviembre de 1535, aunque sus biógrafos tienen dudas a la hora de señalar las fechas de nacimiento y defunción.
Fue una adelantada a su tiempo. Siendo mujer, logró sus conocimientos humanísticos en una escuela ligada a la Universidad de Salamanca, en aquellos años en los que las féminas eran marginadas para el estudio. Beatriz Galindo dominaba las lenguas clásicas, especialmente el latín. Tal era su fama que la reina Isabel la Católica la eligió como su profesora personal para que la introdujera en la lengua entonces universal, el latín. La nombró su asesora en las tareas más arduas de gobierno y, para mantenerla a su lado, la nombró camarera mayor.
Se desposó con un capitán, Francisco Ramírez, apodado El Artillero, que, a su vez, era secretario de Fernando el Católico, hombre de confianza del monarca que había intervenido en la guerra de Granada, pereciendo en la lucha contra el moro el16 de marzo de 1501. Tal era la amistad y agradecimiento de la reina Isabel para con su amiga y maestra, que le entregó, como dote al casarse, 500.000 maravedíes.
Una vez viuda, Beatriz Galindo dedicó su vida a realizar obras de caridad, entre las que destacaba la construcción de un hospital llamado oficialmente Hospital de la Concepción de la Madre de Dios y, popularmente, de La Latina, y dos conventos: el de la Concepción Jerónima, donde el matrimonio recibió sepultura, y el de la Concepción Francisca, las tres instituciones en Madrid.
Se la considera autora de unos Comentarios a Aristóteles, notas sabias sobre los antiguos y un ramillete de poesías latinas. Fue educada en su infancia en el conocimiento de las lenguas clásicas, latín y griego, y en los saberes humanísticos, exceptuando la retórica, cuyo estudio estaba reservado a los hombres, especialmente a los que se iban a dedicar a la política y la milicia.
“Beatriz Galindo es la aportación más valiosa de su tiempo a la historia de las mujeres salmantinas”
Fundadora en 1499 del citado Hospital de la Concepción, conocido popularmente como de La Latina por el apodo por el que fue conocida en su tiempo Beatriz Galindo. Desaparecido en la actualidad, se encontraba cerca de la plaza de la Cebada, contiguo al convento de monjas de la Concepción Francisca, otra de las fundaciones de Beatriz. El edificio era obra del maestro mudéjar Hazán, y la institución estuvo amparada por una bula del papa Alejandro VI, fechada en diciembre de 1500, en la que se concedían privilegios e indulgencias a los enfermos que morían en él. El maestro Hazán fue alarife musulmán que trabajó en Madrid, encargado de la construcción de las Carnicerías Nuevas, en la plaza del Salvador.
Como curiosidad, los fundadores del Hospital de La Latinadejaron un mandato: que estuviera servido por cinco beatas mayores de cuarenta años seleccionadas de antemano. La institución alojaba a una docena de enfermos. Fue la propia Beatriz Galindo quien redactó las constituciones para el buen gobierno del sanatorio. Estuvo funcionando hasta 1718, año en el que cerró sus puertas por carecer de recursos y por los efectos que sobre él tuvo la Guerra de Sucesión.
Volvió a funcionar en 1810, cerrando definitivamente en 1899. Fue derribado junto al convento en 1904 para ensanchar la calle Toledo. La portada fue guardada en unos almacenes municipales de la calle Santa Engracia de Madrid, y las escaleras se trasladaron para ser instaladas en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en la plaza de la Villa. Parte del solar fue ocupado por el Teatro de la Latina y por edificios de viviendas. Los restos de la fachada fueron rescatados por el arquitecto Rafael Manzano Martos para exponerlos en el recién creado Museo Nacional de Arquitectura de la Ciudad Universitaria de Madrid, Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid. En 1958, Fernando Chueca Goitia le dio cuerpo con un paramento de ladrillos.
El hospital tenía dos zonas destinadas a hombres enfermos: la primera, para seglares y la segunda, para religiosos. Durante la Guerra de la Independencia se destinó a hospital militar, sobreviviendo hasta 1906, fecha en la que fue derribado. La portada, con arco apuntado, tenía tres figuras en la parte superior coronadas por doseletes góticos y los escudos de los fundadores. Fue desmontada y se trasladó a la Escuela de Arquitectura de Madrid.
En el testamento, Beatriz dejaba toda su fortuna a los pobres. Al abrirse el sepulcro de La Latina, se encontró su cuerpo incorrupto, pensándose seriamente en incoar expediente de beatificación. Beatriz Galindo es la aportación más valiosa de su tiempo a la historia de las mujeres salmantinas, cuando era impensable que las opiniones de las mujeres fueran tenidas en cuenta fuera del hogar y menos en el buen gobierno de su reino.
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