Traductor médico, Cabrerizos (Salamanca)
Durante la pandemia covídica, no podía evitarlo: cada vez que oía a alguien hablar de la “inmunidad de rebaño” (ojo, no solo periodistas; también investigadores de prestigio y médicos con su especialidad y todo), me sentía tratado como un borrego.
El inglés herd puede significar rebaño, por supuesto que sí; es un término colectivo para designar un grupo grande de animales que viven juntos, y al hato de ovejas o cabras lo llamamos en español ‘rebaño’. Pero decimos piara si son cerdos, manada si animales salvajes como lobos, antílopes o elefantes, bandada si aves, banco si peces, enjambre si insectos.
Aparte, herd puede aplicarse también en inglés a un gran número de personas, en cuyo caso nadie diría en español “rebaño”, sino más bien multitud, muchedumbre, gentío o grupo. Traducir no es sustituir la palabra usada en un idioma por la primera que encontramos en un diccionario bilingüe de bolsillo, sino transferir significados adaptados a un contexto. En ocasiones, por ejemplo, he visto usar the herd en inglés con el sentido levemente despectivo que tienen para nosotros la plebe o la masa; y herd instinct no es ningún “instinto de rebaño”, sino el instinto gregario.
A menos que se trate de un texto de veterinaria en relación con alguna epizootia ovina o caprina, por favor, hablemos de inmunidad colectiva o inmunidad de grupo en referencia a la que ofrece a toda una colectividad humana la inmunización de una parte significativa de ella, suficiente para quebrar la cadena de contagios.
El 20 de marzo de 2020, la Secretaría de Salud de Méjico presentó una superheroína anticovídica destinada a promocionar las medidas de distanciamiento social entre sus compatriotas; su nombre, Susana Distancia, ¡elemental!
En dibujos animados, Susana Distancia nos explicaba su superpoder: «¡Hola!, soy Susana Distancia. Tengo un superpoder que me ayuda a frenar al Covid-19: cuando extiendo mis brazos, puedo crear un espacio de metro y medio que me mantiene lejos del malvado coronavirus; esa es la sana distancia. ¿Y sabes qué es lo mejor? ¡Que tú también lo tienes!».
El número 2.237 del semanario satírico El Jueves fue un monográfico «Semana Santa en casa» publicado a principios de abril de 2020. En pleno pico de la pandemia, pues, y en una sociedad dominada por la visión médica, epidemiológica y virológica de la vida cotidiana, y con nuevas costumbres adaptadas a la cuarentena; también en lo tocante a los hábitos de lectura:
«Mal año para las editoriales, pero no para la literatura, y menos aún para un género en auge como el prospecto de medicamento, el cual ya ha enganchado a miles de lectores achacosos que abandonaron su etapa young adult hace tiempo. Entre los mayores éxitos, Paracetamol 500mg ha sido aclamado tanto por el gran público como por la crítica, que ha elogiado su trepidante capítulo “Conducción y uso de máquinas”, así como el giro final en el apartado “Posología”. Vista la duración del confinamiento, las editoriales han modificado ya su estrategia y pelean por adquirir los derechos de éxitos como Omeprazol cápsulas, Sintrom 4mg y, especialmente, Tranquimazin Forte, el Danielle Steele de los prospectos. “Puro thriller la angustia que sentí leyendo el apartado de contraindicaciones…, ¡ya le gustaría a Stephen King!”, sentencia un crítico.»
Por cambiar, en tiempos de sinfinamiento cambiaron incluso los refranes. Sigue una selección de los que me fueron llegando durante la cuareterna por Twitter, Telegram, WhatsApp o correo electrónico:
A Dios rogando y en tu casa amasando.
A papel higiénico regalado no le mires la marca.
¿Adónde va Vicente? A ninguna parte.
Al mal tiempo, buena casa.
Allá donde fueres, multa tuvieres.
Aunque la mona se vista de seda, en casa se queda.
Dios los cría y ellos se contagian.
Dos no se contagian si uno no quiere.
El que se fue a Sevilla se ganó una multilla.
En abril, contagios mil (con su variante «En abril, kilos mil»).
En boca cerrada no entran virus.
En casa del herrero, la familia entera del herrero.
Hasta el 40 de mayo no te acerques al yayo.
Más vale jabón en mano que cien virus volando.
No dejes para mañana lo que puedas desinfectar hoy.
No hay cuarentena que cien años dure.
No por mucho madrugar vas a poder salir a desayunar.
Santa Rita Rita Rita, estate en casa quietecita.
Todos los caminos llevan al refrigerador.
Vísteme despacio, que no tengo ninguna prisa.
Como era de esperar, el SARS-CoV-2 trastocó asimismo la actualidad informativa en todos los medios de comunicación, y la redacción del satírico El Mundo Today no fue una excepción.
Desde hace nueve meses, la alargada sombra del coronavirus ha venido dejándose sentir en muchas de sus noticias:
«La crisis del coronavirus obliga a George Clooney a volver a Urgencias»
«Convocan un aplauso a las 20:10 para agradecer la labor de toda la gente que aplaude a las 20:00»
«Roca agradece los aplausos a los sanitarios, pero dice que el verdadero mérito es de los médicos»
«Forbes publica la lista de las 50 personas con más papel higiénico del mundo»
«El Gobierno estudia nacionalizar el coronavirus para que se propague lento, tarde y mal»
«Que toda la humanidad esté en peligro de muerte podría no ser bueno para la economía, alertan los expertos»
«El virus gigante que ahora preside la OMS insiste en que la crisis del coronavirus está “completamente controlada”»
«El Gobierno hará test para comprobar que los españoles han entendido las fases de la desescalada»
«El Gobierno dejará comer sopa de murciélago en la segunda fase de la desescalada»
«Lay’s, cada vez más cerca de sacar unas patatas con sabor a la vacuna del coronavirus»
«La OMS admite que la vacuna del coronavirus existe desde hace meses, pero todavía hay que esperar un poco más porque los chips no están listos»
«Un virus informático de origen chino inhabilita la aplicación Radar Covid»
«Científicos concluyen que ser presidente de Estados Unidos acelera la recuperación de los pacientes con coronavirus»
«La OMS recomienda, sin querer señalar a nadie y mucho menos a Madrid, tener gobernantes “mentalmente sanos” al frente de la gestión de la pandemia»
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