Una batalla contra la ceguera en Etiopía

La oftalmologa María José Vinuesa viaja desde hace 12 años a Mekelle con la ONG Proyecto Visión, cuyos profesionales realizan, en dos semanas de estancia, 134 cirugías, en especial de catarata, que permite a los afectados recuperar la vista en muchos casos

Quedarse ciego en Etiopía supone la diferencia entre vivir o no. El medio de subsistencia de la población es el cultivo en el campo y conseguir agua potable. Dos labores imposibles si se ha perdido la visión. Así lo relata la oftalmóloga María José Vinuesa, que desde hace doce años viaja desde Salamanca a Mekelle, en la región de Tigray.

Lo hace con la ONG Proyecto Visión, una asociación médica para la prevención de la ceguera. Los datos en Etiopía son claros. El 50% de los casos de ceguera se deben a las cataratas, que son reversibles. Esta especialista suele viajar al país en el mes de octubre, con una estancia de dos semanas que suponen una intensa actividad de operaciones y consultas.

De hecho, en su último viaje a Etiopía, realizado junto a otros cuatro oftalmólogos, atendieron 216 consultas de pacientes nuevos y 157 de revisión y efectuaron 134 cirugías. Lo que supone operar cada día una media de entre 20 y 25 personas en dos quirófanos, y 50 o 60 consultas diarias. “Una vez que vas, te engancha y vuelves”, reconoce la doctora Vinuesa.

La clínica donde realizan la asistencia está en un convento de las Hijas de la Caridad, el St. Louise Eye Clinic. Y además de operar, desde esta ONG también fomentan la formación a especialistas de la zona. En concreto, cuentan con una escuela en Quiha (una aldea junto a Mekelle), donde se forman OMAS, un título que existe en América: Ophtalmic Medical Asistent, un enfermero especializado en Oftalmología que puede cubrir parte de la labor del oftalmólogo. Dentro de las OMAS, también seleccionan a cirujanos de cataratas, con un título. “Allí por una catarata está la gente ciega, y se les opera y vuelven a ver”, añade. El momento más especial es cuando a los pacientes les quitan la venda al día siguiente de la intervención”y ves su cara de alegría cuando comprueban que ven”, detalla.

La técnica que utilizan es la EECC, porque requiere de menos coste, la incisión es pequeña y no precisa sutura, y por lo tanto, el postoperatorio es mejor. “Después de la operación se quedan allí 24 horas, y se van al día siguiente”, relata. Para María José Vinuesa, ir a Etiopía es “sentir que haces algo en la vida, y que ayudas a mucha gente”.

Aunque también viven la cara más amarga, que es cuando no puedes hacer nada por algunos enfermos, porque su ceguera ya es irreversible. Y ella, mientras pueda volverá cada año a Mekelle, lo tiene clarísimo. “Allí no puedes ir con poca experiencia, la gente tiene que ir sabiendo operar bien, porque son casos muy complicados, y no puedes experimentar, porque el enfermo tiene que irse a su casa al día siguiente para atender a otros pacientes”, precisa. Durante años, la doctora Vinuesa se ha costeado los gastos de cada viaje, pero en la actualidad cuenta con la ayuda a la cooperación del Colegio de Médicos, algo que agradece y valora.

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