Por E. CARRASCAL
Catedrático de Histología
Se viene considerando como el inventor del microscopio y del telescopio a los Janssen. Zacharias Janssen nace en La Haya en 1588. Su padre era un fabricante de gafas de nombre Hans, Jan, Johano Johannides. Su familia se traslada pronto a Middelburg.
Se cita que tal vez Zacharias en el año 1595 con la ayuda de su padre construyó el primer microscopio (¡¡¡¡con 7 años!!!!), su padre habría muerto en 1592. Sin embargo ya en 1592 habían aparecido las primeras ilustraciones de insectos aumentados con este aparato, obra del dibujante flamenco Joris Hoefnagel, cuando Zacharias contaba únicamente cuatro años de edad, con lo que se supone que el invento ya existía.
En 1891 se hacen cuatro reproducciones perfectas supervisadas por John Mayall [Billings Microscope Collection, National Museum of Health and Medicine, AFIP, Washington, DC USA.M-03027002.] basadas en un grabado aparecido en un anticuario de París.
El microscopio consiste en dos tubos de latón de 5 cm. de diámetro, con una lente biconvexa en el ocular y planoconvexa en el objetivo, que se deslizan dentro de un tercer tubo, con un total de 45 cm. de largo. El aumento de estos erade 3X a 9X.
Hoy se duda de que Zacarías Jansen, fuese el inventor del microscopio, dada su biografía, pues era un hombre de moral dudosa, no pagaba las deudas de juego, debía facturas enormes al propietario de su óptica, y participó en varias reyertas de taberna. En el taller de Zacharias Janssen se realizaron todo tipo de actividades ilícitas, entre ellas la falsificación de moneda. Vivía junto a la entrada de la Casa de Moneda de la ciudad y suprimo trabajaba en ella, así que probablemente aprendió las habilidades de él, y tal vez por ello, se le ocurrió la idea de hacer las monedas el mismo. Por esta actividad recibió dos condenas, una de ellas a muerte, “a ser hervido en aceite”, pero le sería conmutada por prisión. En1618, cuando salió de prisión, empobrecido, hubo de declarar el taller en quiebra y vio subastados sus bienes, falleciendo en Ámsterdam en 1628 o 1631. Es posible que Hans Lippershey, un fabricante de lentes de Middelburg, fabricase un microscopio, y que el joven Zacharias habría usurpado su titulación, pues tenían los talleres próximos.
Sobre el origen del telescopio, se sabe algo más que del de su hermano el microscopio. Se sabe que Lipperhey fue autorizado a presentar su invento ante el príncipe Mauricio, comandante en jefe del ejército holandés, así como ante los Consejos de las diferentes provincias de la entonces emergente República de Holanda. El gobierno holandés pagó en 1608 a Hans Lippershey 900 florines por un tubo magnificador o catalejo para el campo de batalla.
El 25 de septiembre de 1608, Hans Lippershey viajó desde Middelburg a La Haya con el propósito de patentar “su instrumento para ver de lejos”. En el plazo de tres semanas, aparecerían otros dos que reclamarían también para sí la invención del telescopio. Por un lado, Zacharias Jansen, vecino de Lipperhey en Middelburg, y por otro, Jacob Metius, de la ciudad de Alkmaar. Los Estados Generales vieron la imposibilidad de mantener el invento en secreto, y puede que hubiese ya otros instrumentos similares en circulación, razón suficiente para que denegasen la patente a los tres.
Molaro y Selvelli, dos investigadores del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, Observatorio Astronómico de Trieste, publicaron un artículo en 2009 sobre los misteriosos telescopios en las pinturas de Jan Brueghel el Viejo, el pintor flamenco que vivió entre 1568 y 1625. Lo extraño es la aparición de ese tipo de telescopio en una obra datada 15años antes de la fecha en que se habrían construido. Hay una relación entre Lippershey, el archiduque Alberto VII de Hamburgo y Brueghel que era el pintor de su corte.
Los investigadores creen que la primera pintura con un telescopio es Paisaje con el castillo Mariemont, fechada entre1608 y 1612, y especulan que ese instrumento es uno de los otorgados al archiduque por Lippershey.
En el cuadro titulado La alegoría de la vista y el olfato de Brueghel y Rubens de 1617 (museo del Prado, Madrid) se aprecia, en la parte inferior, un telescopio y posiblemente un microscopio, entre otros instrumentos científicos.
Es posible que el telescopio fuese y aun instrumento habitual en el ejército español. José M. Vaquero refiere en un artículo reciente una interesante reflexión sobre un comentario de Arias Montano acerca del empleo de un telescopio “inspicilla” en la obra Elucidationes in quatuor evangelia (Platini, Antverpiae, 1575). El comentario de Arias Montano sitúa el telescopio en la Holanda española al menos treinta y tres años antes del conocido «telescopio holandés» de Lippershey.
En Italia, varios inventores reclamaron la gloria de haber creado el telescopio, mientras el milanés Girolamo Sirtori escribió en un libro de 1618 que el «primer inventor» del aparato era un «hombre viejo y atrofiado» que conoció en Gerona y se llamaba Roget. Según estudios actuales de Nick Pelling, que retoma los realizados por José María Simón de Guilleuma (1886-1965), quien rastreó las huellas huidizas de Roget, José María Simón de Guilleuma murió sin completar su trabajo en el que refiere que: … en abril de1593, Pedro de Carolona en Barcelona, lega a su esposa una «ullera de larga guarnida de llautó», algo así como un largo catalejo/telescopio de latón. El 5 de septiembre de 1608, en una subasta de los bienes de Jaime Galvany de Barcelona, figura una «ullera de llauna per mirar de lluny» (un catalejo /telescopio para mirar de lejos).
Galileo Galilei nace en Pisa el 15 de febrero de 1564, hasta la edad de diez años es educado por sus padres, quienes se mudan a Florencia, dejando a Galileo en Pisa a cargo de un vecino religioso.
En 1581, a la edad de 17 años, su padre lo inscribe en la Universidad de Pisa, donde estudia durante cuatro años en la Facultad de Medicina, mostrando escaso interés por ella. En 1583, decidió cambiar al estudio de las matemáticas bajo la tutela del matemático Ostilio Ricci, amigo de la familia, Ricci tenía la costumbre, rara en esa época, de unir la teoría a la práctica experimental.
Galileo demostró a esta temprana edad ser un inconformista, pues redacta un panfleto feroz contra el profesorado de su tiempo. Toda su vida Galileo rechazará el ser comparado a los profesores de su época, lo que le supondrá granjearse numerosos enemigos.
Tras estos años de su primera juventud, vuelve a Florencia, y entre 1583 y1586 ha descubierto ya no sólo el isocronismo de las oscilaciones pendulares, sino que inventa la balanza hidrostática.
El 12 de noviembre de 1589, a los 25años, se le asignó la Cátedra de matemáticas en la Universidad de Pisa, que ocupará durante tres años.
Los colegas de la Academia Pisana ven con poca simpatía el retorno, con toga, del ex estudiante, largo de lengua y de ambiciones. Galileo no hace ciertamente muchos esfuerzos para ganarse su amistad.
El 7 de diciembre de 1592, a los 28 años, se traslada a Padua, que dependía de Venecia, e inaugura la Cátedra que el serenísimo Dux le ha concedido por cuatro años renovables. En aquella célebre Universidad. “Estudiantes y viajeros se agolpan en calles y mesones…”.
Venecia era una ciudad llena de vida, con unos 150.000 habitantes y dedicada al comercio. De entre sus amistades venecianas figura el joven noble Gian Francesco Sagredo Galileo encontró en él a un amigo leal y, sobre todo, muy divertido.
Sagredo era un noble veneciano perteneciente a una importante familia. Vivía en un palacio gótico a orillas del Gran Canal, de una forma un tanto excéntrica. Allí solía celebrar grandes fiestas, era un soltero empedernido que había llevado una vida disipada, pero con la edad, comenzó a interesarse por otras cosas, como la especulación científica.
En la casa de Sagredo, Galileo ha conseguido llamar la atención por su atractivo y la despreocupación científica de sus argumentos, se granjea autorizados y queridos amigos, tales como Fray Paolo Sarpi y Fray Fulgencio Micanzio.
Allí conoció a una mujer muy bella, en una de las muchas noches de diversión con Sagredo se llamaba Marina Gamba. Esta mujer era muy joven, sólo tenía 21 años, catorce menos que Galileo, y, probablemente era analfabeta. Galileo se enamoró apasionadamente de ella la relación duraría diez años y tuvo tres hijos.
Sarpi era un personaje muy influyente y Galileo se sentía cada vez más atraído por su amistad. Dadas las desavenencias del Papa con el padre Sarpi, Galileo estaba preocupado de que le asociaran, y no sin razón, con cierta gente, ya que era amigo de Sarpi y colega de Cremonini, perseguido por la Inquisición. Si Galileo quería regresar a Florencia o mantener contactos en Roma, el peso de sus compañeros antirromanos y antiespañoles podía jugar en su contra. Además, Florencia estaba bajo la influencia española.
El invierno de 1607-1608, cansado de su trabajo, decidió pasar unos días en Venecia para encontrar algo de diversión y descansar un poco. Pero lo que Galileo encontró entre los canales fue un rumor fascinante: un fabricante de lentes holandés tenía un aparato con el que se podían ver los objetos lejanos como si estuviesen cercanos. Si funcionaba, el instrumento tendría un valor militar extraordinario por lo que el inventor podría conseguir una fortuna de los gobiernos interesados en él.
Galileo fue a ver a Sarpi para contarle el rumor. Sarpi estaba inmerso en la política veneciana. Para sorpresa de Galileo, Sarpi había tenido noticias del aparato hacía ocho meses y no le había dado importancia de hecho, Galileo obtuvo mucha información sobre el aparato gracias a Sarpi, que tenía diversos documentos relacionados con él, e incluso poseía una breve descripción tanto del aparato como de su funcionamiento. Galileo se sintió profundamente atraído por la ideade fabricarlo.
El 1 de agosto de 1609, se enteró de que un holandés ya estaba en Venecia para enseñar al Senado el catalejo. El 4de agosto, Galileo envió un mensaje a Sarpi para que bloqueara el contacto entre cualquier extranjero y las autoridades venecianas hasta que le informase de que había conseguido reproducir el aparato. Galileo le pidió a un vidriero artesano que le hiciese diversas lentes y consiguió construir un telescopio «cañón llamado ocular o chivatillo que hacía los objetos nueve veces más grandes. Los amigos de Galileo, Sarpi en especial, hicieron las gestiones para que el dux Leonardo Doná recibiese a Galileo, y en la mañana del 25 de agosto de 1609, Galileo acompaña a los miembros del Senado veneciano hasta el campanile de la plaza de San Marcos para poder ver, en la lejanía, las galeras y otras embarcaciones en el mar, demostrando al Gobierno de Venecia que la flota que se asegure el empleo del instrumento estará en condiciones de prevenir los movimientos del enemigo. La respuesta del Senado fue rápida: le conceden una prima de cuatrocientas coronas, le duplican el sueldo, que pasa de quinientos a mil florines, y el contrato de la Cátedra universitaria se renueva de por vida. Galileo no tiene el mérito de haber ideado el anteojo, mérito que no vaciló en atribuirse con piratería científica ante el Gobierno de Venecia, pero sí el de su aplicación a la ciencia.
En los días siguientes, la actividad fue incesante. Galileo pidió nuevas lentes para mejorar aún más su telescopio. Él mismo las pulía y montaba, construyó varios telescopios a lo largo de su vida, dos de los cuales se contemplan en el Museo de Historia de las Ciencias en Florencia.
Este que se muestra aquí es una réplica del referido en el inventario como2427, datado en 1610 y atribuido a Galileo. El tubo está hecho de madera recubierto de papel con abrazaderas de cobre, tiene un tamaño de 1200 mm. de largo por 5 cm. de diámetro. La lente objetivo bicóncava de 40 milímetros de diámetro y una distancia focal de 1330milímetros, se encuentra dentro de un cilindro de madera de 64 mm de diámetro exterior y 40 mm. de alto. La lente ocular biconvexa de 20 milímetros de diámetro y una distancia focal de -94 mm. está dentro de otro cilindro de madera de 50 mm. de diámetro exterior y 30 mm. de altura. En total el telescopio mide 1273 mm. de largo por 50 mm. de diámetro y tiene unos14 aumentos. El papel falta en algunos trozos, lo que indica que debió ser muy usado.
Dado el conocimiento que Galileo había obtenido construyendo el telescopio, también en 1609 desarrolla un cañón para ver las cosas pequeñas “occhiolino” compuesto de una lente convexa y una cóncava, que más tarde se llamaría microscopio. (Memorie Historico Critiche dell´accademia. Baldassare Odescalchi, ROMA – MDCCCVI. pág. 300 a302,).
Este microscopio de Galileo que se presenta aquí tiene 20 cms. de alto por5,5 cms de diámetro, posee un cilindro externo de cartón, forrado de cuero verde, que alberga la lente intermedia en un soporte de madera, y en el extremo inferior la lente objetivo.
Dentro del cilindro externo, se desliza otro cilindro de cartón que contiene en la parte superior, la lente ocular montada en un tambor de madera.
El tubo del microscopio se sustenta por un anillo de hierro soportado por tres pilares. El enfoque se logra desplazando el cuerpo dentro del anillo de hierro. El acabado, con tapadera incluida, es de un marcado carácter renacentista italiano.
Galileo aplica este instrumento a la observación de los detalles de la superficie de los pequeños seres vivientes. Ya en 1610 sabemos de su observación del ojo «de cierto insecto» -quizá una araña-, en el que observó con el microscopio siete agujeros para la luz.
Galileo dirigió su telescopio hacia el cielo y en enero de 1610 describe, que en la Luna existen cráteres y montañas, también descubrió estrellas en la constelación de Orión, que no eran visibles a simple vista. Después descubre que la Vía Láctea no es una mancha lechosa en el cielo, sino una aglomeración de minúsculas estrellas.
Descubre los satélites de Júpiter. Este descubrimiento refutaba la vieja creencia de que todos los cuerpos celestes orbitaban en torno a la Tierra, porque aquellas cuatro lunas giraban en torno a Júpiter. Seguidamente describe el llamado anillo de Saturno que resulta, para su imperfecto telescopio, compuesto por tres estrellas. Observa las manchas solares y descubre las fases de Venus.
En Sidereus Nuncios, impreso a toda prisa, Galileo difundirá las excepcionales noticias en el mundo científico. Galileo dedica los satélites de Júpiter a Cosme II de Médicis poniéndoles nombres de la mitología, los ha llamado en su honor planetas Mediceos.
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