Un “primer paso muy importante”. Así define el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Salamanca, el doctor Santiago Santa Cruz, el Plan de Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias que acaba de presentar el Gobierno español y que se encuentra en fase de consulta a las comunidades autónomas, sociedades científicas y profesionales sanitarios. En la misma línea se expresaba el máximo representante de la Organización Médica Colegial, el doctor Serafín Romero, tras conocer las líneas estratégicas de este proyecto. “Es una oportunidad que la Corporación médica ve con buenos ojos”, aseguró, siempre y cuando sea “transparente y efectivo, centrado en velar por la salud de los ciudadanos, especialmente cuando enferman”, tal y como añadió, por su parte, el doctor Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias de la OMC.
Una postura unánime en los colegios de médicos “para no recomendar jamás ninguna terapia que no tenga evidencia científica, y hay un catálogo enorme de prácticas que se llevan a cabo que no la tienen”, añade el doctor Santa Cruz, quien aclara también que “nosotros no estamos en contra de ningún proceso terapéutico, pero sí tenemos que evitar el engaño y el intrusismo de profesionales alejados de una práctica médica correcta, con diagnóstico y tratamiento avalados científicamente”.
De hecho, la Organización Médica Colegial, en la reciente celebración de su Asamblea General, ha acordado reforzar su Observatorio para seguir canalizando todas las quejas, informaciones y denuncias de estas prácticas y atajar así cualquier “desmán” que perjudique el prestigio de la Medicina y la confianza en la sociedad, pero, sobre todo, la salud de los pacientes.
Con estos propósitos, el plan presentado conjuntamente por los ministros de Sanidad, María Luis Carcedo, y de Ciencia, Pedro Duque, responde “a lo que hemos venido pidiendo desde la profesión médica: que se estudien y se regulen este tipo de prácticas”. Un plan que tiene como fin último expulsar las también llamadas ‘terapias alternativas’ de los centros sanitarios y universidades.
Todas las modificaciones previstas, que se irán mejorando tras el actual periodo de consultas, se agruparán en un Real Decreto de Protección de la Salud frente a las Pseudoterapias, y supondrán también adaptaciones de otros tres reales decretos: el RD 1277/2003 sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios; el RD 1907/1997 sobre publicación y promoción comercial de productos, actividades o servicios con pretendida finalidad sanitaria, y el RD 1416/1994 por el que se regula la publicidad de medicamentos de uso humano y de los productos sanitarios.
Con todo, se evitará, por un lado, la publicidad engañosa, reforzando los mecanismos de control existentes para suprimir la promoción comercial de prácticas que no estén amparadas por el conocimiento científico en ámbitos como internet, redes sociales, actos o jornadas.
También se luchará contra el intrusismo con medidas para eliminar de los centros sanitarios la práctica de las pseudoterapias, así como garantizar que todas las actividades sanitarias se realicen por parte de profesionales que dispongan de la titulación oficialmente reconocida.
Del mismo modo, se verificará la evidencia científica de títulos de grado y máster, incorporarando en los programas formativos universitarios los principios del conocimiento y la evidencia científica en la formación a profesionales sanitarios.
Para ello, se desarrollarán alianzas con la Conferencia de Decanos, de Rectores, las comunidades autónomas, la comunidad universitaria y los colegios profesionales para no promover títulos propios u oficiales sobre pseudoterapias a través de la adopción de acuerdos en la Conferencia General de Política Universitaria y en el Consejo de Universidades.
Especialmente relevantes son las medidas previstas para difundir y facilitar a la ciudadanía información veraz y accesible sobre el conocimiento científico relacionado con las pseudoterapias. Así, habrá acciones de comunicación dirigidas a todos los agentes (administraciones públicas, profesionales sanitarios, medios de comunicación, sociedades científicas, colegios profesionales y la ciudadanía en general) con mensajes adaptados a las necesidades de cada uno de ellos. La información partirá de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (REDETS), encargada de elaborar informes que incorporarán de forma sistemática todo el conocimiento y evidencia científica existente sobre las pseudoterapias.
Una labor complicada ante una realidad que indica que el 20% de la población española ha utilizado remedios no contrastados científicamente, como la homeopatía o la acupuntura, y cerca de dos millones de personas los han empleado en sustitución de tratamientos médicos, tal y como recogen los resultados de la última Encuesta de Percepción Social de la Ciencia, realizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y presentada recientemente por el ministro Pedro Duque.
En concreto, el 32% de los participantes confía en la utilidad de la acupuntura, un 25% cree en la homeopatía y un 16% en la imposición de manos (Reiki). Estos datos, basados en 5.200 entrevistas realizadas en todas las comunidades autónomas entre el 14 de mayo y el 2 de julio de 2018, avala, más si cabe, el plan contra las pseudociencias, cuyo objetivo no es “cambiar las creencias de la población, sino ayudar a las personas a distinguir entre creencias y certezas”, en palabras de Pedro Duque.
Sobre estos resultados, el doctor Santa Cruz asegura, precisamente, que “el mayor problema lo tenemos con la acupuntura y la homeopatía, ya que hay grupos que publican estudios para defenderlas, pero la realidad es que no se han podido contrastar científicamente sus resultados, porque se ha demostrado que ha habido conflicto de intereses”, a lo que añade: “No estamos en contra de la Medicina tradicional, ni siquiera de métodos terapéuticos que alivien a los pacientes, pero sólo podemos avalar lo que está contrastado científicamente, y sobre todo nos preocupa que estas técnicas quiten la oportunidad a un enfermo de recibir el tratamiento correcto, o que incluso puedan sufrir efectos adversos, como ya se ha demostrado en varias ocasiones”.
“Nos preocupa que estás técnicas quiten a un paciente la oportunidad de recibir el tratamiento correcto”
Con todo, desde el Colegio de Médicos de Salamanca se negará cualquier colaboración con actos relacionados con las pseudoterapias y se informará tanto a profesionales como a asociaciones de pacientes de las prácticas que realmente pueden enmarcarsae en el Código Deontológico de la Medicina. Una tarea en la que también están concienciados los futuros médicos. A este respecto, el Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina (CEEM) lanzó en redes sociales la campaña ‘Homeopatía: más claro, agua’ para denunciar que ofrecer “terapias alternativas sin fundamento científico atenta gravemente contra la salud de la población, al distorsionar e interferir con la práctica clínica”.
Una amenaza que llega incluso desde la propia profesión, ya que en España podría haber entre 10.000 y 12.000 médicos colegiados que harían uso de estas terapias. Sin embargo, parece que ya no hay camino de retorno en favor de la Ciencia. Colegios de médicos y Administración van por fin de la mano en la lucha contra las terapias que, de momento, no se sostienen.
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