La Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas (Asemeya) cuenta entre sus filas con dos nuevos miembros de Salamanca, los doctores Fernando Viñals y Juan Manuel Igea, que han protagonizado recientemente sendas ceremonias de ingreso celebradas en la Casa Lis y en el Colegio de Médicos, en el que ambos están colegiados.
La incorporación de Viñals a la entidad tuvo lugar el pasado 26 de mayo en un fascinante escenario, el patio modernista del Museo de Art Déco y Art Nouveau de la capital salmantina, donde el cirujano pediátrico y pianista ofreció un hermoso y original discurso de ingreso en Asemeya: un recital titulado Al son de pianos y bisturíes. En su presentación, el Dr. Javier García Palao elogió el magnífico desempeño en sus dos vocaciones, la música y la medicina, durante un discurso plagado de emotivas y sorprendentes anécdotas, a modo de pinceladas, sobre la vida y la trayectoria de Fernando Viñals y su “historia ejemplar de arrojo, voluntad y constancia”. Mientras, el médico y traductor salmantino Fernando A. Navarro fue el encargado de contestar al recital de piano del cirujano infantil, actualmente jubilado y dedicado en pleno a su gran pasión, la música. En su intervención, Navarro desgranó ante los presentes algunas reflexiones sobre la asociación entre la medicina y la música, “una vinculación más íntima y mucho más antigua de lo que muchos piensan”, y consideró que, con la incorporación de Fernando Viñals a Asemeya, la asociación ha hecho “un magnífico fichaje”.
Apenas tres semanas después, el 16 de junio, y con la presentación del Dr. Santiago Quirce Gancedo, el Colegio de Médicos de Salamanca acogió la ceremonia de ingreso en Asemeya del Dr. Juan Manuel Igea, especialista en Alergología y escritor, quien pronunció un discurso titulado De la materia inanimada a la vida. En él, tal y como destacó Fernando A. Navarro, también encargado de contestar al nuevo miembro, el colaborador de Salamanca Médica trazó “una visión global de la vida como realidad excepcional del Universo, abordando el tema desde la perspectiva de la biología molecular y la medicina, pero también con incursiones detalladas en la química, la física cuántica y las matemáticas, que es algo extraño o poco habitual entre médicos”. “Habitamos un Universo notablemente bello y seductor. Pero lo que nos emociona por encima de todo son los seres vivos que forman parte de él”, recordó Juan Manuel Igea, autor del libro La vida: una organización diferente de la materia.
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