Lágrimas negras… y humor

Por Germán Payo Losa

Director de Educahumor

“La guerra es un lugar donde jóvenes que no se conocen ni se odian se matan entre ellos por la decisión de viejos que se conocen y se odian, pero no se matan” (E. Hartman)

Nos juntamos a tomar café. Cada uno tiene un punto de vista distinto. Llevamos días de guerra en Ucrania. Esto decimos:

–He traído este texto de Eduardo Galeano porque resume mi punto de vista:

“Las guerras mienten. Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar: yo mato para robar. Las guerras siempre invocan nobles motivos: matan en nombre de la paz, en nombre de Dios, en nombre de la civilización, en nombre del progreso, en nombre de la democracia. Y si por las dudas, por si tanta mentira no alcanzara, ahí están los grandes medios de comunicación dispuestos a inventar enemigos imaginarios para justifi­car la conversión del mundo en un gran manicomio y un inmenso matadero… En este mundo los locos conducen a los ciegos (Shakespeare)… Los amos del mundo han convertido el mundo en un lugar donde cada minuto mueren de hambre o enfermedad curable 10 niños y cada minuto se gastan 3 millones de dólares en la industria militar, que es una fábrica de muerte… ¿Hasta cuándo la paz del mundo estará en manos de los que hacen el negocio de la guerra, los cinco países que tienen el derecho al veto en la ONU y que son los mayores fabricantes de armas?”.

–Sí, ser pacifi­sta está bien, pero estamos en la OTAN y en Europa. Hay que ser realista. Estamos a las duras y a las maduras, y manda EEUU. Nosotros, a obedecer.

–Alemania se compromete a dedicar el 2% del PIB a armamento. En 2021 fue de 3.570.620 M€. Por el 2% = 71.412,4 M€. Alguien va a ganar pasta a espuertas.

–Y Ucrania es un país rico. Exporta trigo, maíz, aceite… Se le llama el granero de Europa y es rico en minerales, acero, manganeso, titanio mercurio uranio… ¿Cuenta esto?

–Yo estoy de acuerdo en que las conversaciones, el diálogo, el alto el fuego pueden parar esta locura de matar personas, pero ¿y si uno no cede y sigue? Hitler no cedió.

–Putin dice que si en Ucrania se resisten “se juegan la existencia como Estado. Y la culpa será suya”. Y que si intervienen otros países “habrá consecuencias para Europa y para todo el mundo”. En román paladino, amenaza con armas nucleares. También Biden ha declarado que si atacan a la OTAN tendremos la tercera guerra mundial. Vivan los tranquilizantes.

–Yo he visto un vídeo, antes de empezar la guerra, en el que Putin dice que la OTAN “ha incumplido en cinco ocasiones el acuerdo de no extenderse hacia el Este; no queremos tener misiles en nuestra frontera, como EEUU no los querría en Canadá o Méjico; queremos seguridad y no vivir con temor”. Tenían que haber tratado a Putin como un aliado, no como un enemigo. “Europa subestimó los riesgos de llevar la OTAN al borde de la frontera de Rusia”. Kissinger advirtió: “Dejad en paz a Ucrania”.

–El presidente de Rusia no es de ­fiar. El control que tiene de su país es férreo, y sus opositores están en la cárcel, envenenados o muertos. ¿Y EEUU? ¿Son de ­fiar, con su historial de mentiras, desde la voladura provocada del Maine para culpar a los españoles y entrar en la guerra de Cuba, hasta las mentiras de las armas de destrucción masiva para invadir Irak? Además, ¿si se invade Irak está bien y si se invade Ucrania no? La razón, la lógica y la verdad quedan aplastadas.

–Una vez le preguntaron a Einstein: “¿Cuál será la principal arma en la Tercera Guerra Mundial?”. “No sé”, respondió el gran cientí­fico, “pero en la Cuarta Guerra Mundial el arma principal será el hacha de piedra”. Esto anima ahora.

–¿Y el factor humano? Por fallos técnicos, del radar, hemos estado nueve veces a punto de desencadenar una guerra nuclear. Un caso: el radar señalaba diez misiles que venían hacia Rusia. Un ofi­cial ruso tiene entre tres y siete segundos para apretar el botón de alarma y lanzamiento. Aguanta 23” y se confi­rma el fallo del radar. ¿Habrá otro fallo?

–Veo las noticias de refugiados y muertos y me deprimo. Sé que demasiada información deprimente nos afecta el ánimo. Apertura ilimitada de fronteras en Europa a ucranianos. Van dos millones. Por otro lado, “más de 2.500 inmigrantes subsaharianos intentaron asaltar la valla de Melilla y 500 lograron entrar”. Aquí hay otra vara de medir, y es triste.

¿Cómo usar el humor en todo esto?

–Aún en estos momentos, siempre hay un resquicio por donde se cuela. Aunque a veces el humor es negro. El Roto dibuja: “Primero van las excusas, luego los misiles”.

–“El litro de gasolina es más caro que el de cerveza. Bebe, no conduzcas”. O ese de: “Cambio rollos de papel higiénico de la pandemia por litro de aceite de girasol”.

–¿Visteis el vídeo de unos gitanos que roban un tanque ruso? ¿Será falso? ¿Os imagináis? En la tienda de campaña, un capitán a un general: “Hay un problema. Unos soldados informan de que les han robado su tanque” / “¿Queeeeeeeeeeé? ¿Una emboscada, ataque con gases, un francotirador?” / “No, mi general. Como llevaban dos días sin apenas comer, pararon en un bar de carretera. Con el hambre, el buen menú, el vodka, se distrajeron y, al salir, el tanque no estaba” / “Maldita sea, recuperen el tanque inmediatamente y que no se entere nadie. Vamos a ser el hazmerreír como alguien lo descubra. ¿Se imagina? Al glorioso ejército ruso le roban un tanque” / “Estamos siguiendo una pista. En YouTube han colgado un vídeo de unos hombres remolcando un tanque ruso, que parece ser el nuestro” / “¡Aggg! ¡No puede ser! ¡Me va a dar un infarto! ¿Ya lo habrá visto todo el mundo?” / “Señor, una llamada del Kremlin. Presidente Putin al teléfono”.

–Yo me reí cuando Borrell puso al presidente de Ucrania como ejemplo de valentía, no como otro, que salió huyendo en el portaequipajes del coche (se refería al anterior presidente). A lo que Puigdemont protestó, indignado, que él jamás había hecho eso.

–Aznar dice antes de la invasión: “La situación en Ucrania es mejor que en el PP, porque allí no hay armamento nuclear”.

–Yo recuerdo a Gila: “Nos fusilaron al anochecer, nos fusilaron mal”, pues sus ejecutores estaban borrachos, y haciéndose el muerto, sobrevivió. Y dibujó: “Pues a mí me mataron en la guerra, pero me hice el tonto y aquí me tienes”.

–Hay que tener en cuenta negociaciones, análisis, tácticas, economía, alianzas, planes a corto y largo plazo, consecuencias, fallos humanos, industria de armas, poder, geopolítica, Iglesia ortodoxa rusa, Iglesia ortodoxa ucraniana, nacionalismo, victimismo, riqueza, ambición, un poquito de odio… Complejo todo.

–En una foto de Putin y el Papa, éste dice: “Créeme: en tu caso, el suicidio no es pecado”. Aunque mi kiosquero dice que esto es muy complicado, la solución la ve en el infarto.

–Nosotros somos los buenos. Ellos, los malos. “Papá, si nosotros, los buenos, matamos a los malos, ¿quedamos solo los buenos?” / “No, hijo, quedamos los asesinos”. ¿Y si todos estuviésemos equivocados con la guerra? (Gallego y Rey)

Hay tiempo para reír y tiempo para llorar. Ahora nuestro corazón llora con lágrimas negras por las víctimas, pero que no nos roben la risa.

Y, en conclusión: ojalá que esto pronto concluya.

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