Por Saturnino GARCÍA LORENZO
Doctor en Medicina
En diversos países, no es raro que muchos padres estén descontentos con la «Educación Sexual» que se imparte en las escuelas. A menudo, los programas oficiales se limitan a explicaciones fisiológicas insuficientes, sin atender a la formación ética y moral, cuando no fomentan expresamente actitudes irresponsables. Otro problema frecuente es la falta de profesores preparados.
De hecho, la pretendida neutralidad suele adoptar la forma de una propaganda de los métodos anticonceptivos, dando por buena la promiscuidad. Al mismo tiempo, una educación sexual que inspire a inculcar valores no puede ser gazmoña. Hoy los adolescentes están vacunados de sobra contra melindres y necesitan una formación que tenga en cuenta las presiones del ambiente y afronte con claridad todos y cada uno de los temas. Hay que tener en cuenta que el desarrollo de la personalidad humana, de la que la sexualidad es una faceta inseparable de la educación para el amor y en dar a los chicos razones para conducirse responsablemente.
Desde hace años, Celebration of Life (COL), entidad afiliada a Human Life Internacional, prepara voluntarios para que den clases y charlas a los estudiantes sobre lo que el programa oficial no explica. El programa elaborado por COL proporciona a los adolescentes (mayores de 14 años), una visión no reductiva de la sexualidad humana. Les ensena a distinguir ésta -en la que intervienen la razón, la afectividad, la conducta, el carácter- del mero “sexo”. Les muestra que las relaciones no deben ser episódicas, si no que se orientan al matrimonio ya la familia. Las clases abordan también cuestiones difíciles; homosexualidad, relaciones extramatrimoniales, contracepción, aborto…
El éxito de la idea ha hecho que los voluntarios de COL no basten para atender las peticiones de los centros de enseñanza. Por eso, COL ha iniciado un programa para formar profesores, de modo que puedan impartir ellos mismos las clases sobre sexualidad en sus escuelas. Hasta ahora han participado más de 150 profesores.
En Estados Unidos existe una organización llamada “Teen Choice”. Los destinatarios inmediatos son los profesores que han de impartir educación sexual a alumnos de enseñanza secundaria. Ante la presión que sufren los adolescentes en contra de la continencia, el curso preparado para que lo desarrollen los profesores se titula “Motivos razonables para esperar: Vida familiar y formación del carácter”.
El curso presenta la sexualidad dentro de una visión integral de la persona humana y se basa en la formación del carácter. A lo largo de días de preparación intensiva los profesores aprenden cómo explicar las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza; todo un descubrimiento para no pocos estudiantes. En EE. UU. una de las últimas modas pedagógicas es no enseñar a los alumnos principios absolutos. Así, en las sesiones de “orientación sobre los valores” aparecen en lugar de virtudes, sucedáneos como “toma de decisiones”, “autoestima”, “cooperación y otras actitudes a las que no se da fundamento”. Sin embargo el programa de Teen Choice fue aprobado hace ya años, por el Departamento de Sanidad del Gobierno para el uso en las escuelas públicas.
Los estudios previos llevados a cabo y la misma experiencia de aplicación del programa muestran que los adolescentes son efectivamente receptivos a este tipo de enseñanzas. “Motivos…” explica la diferencia entre los valores, objetivos y permanentes, y las preferencias personales, así como la dignidad de la persona humana. El programa incluye un manual para profesores, otro para padres, un libro de texto para los alumnos y materiales audiovisuales, como diapositivas y videos.
En el año 1994 mediante una circular del ministro británico de Educación, John Patten hacía la reafirmación de que la “Educación Sexual” debe comenzar en la familia y proseguir en la escuela. Algunos sostienen que la familia está muerta o agonizando. Por el contrario -desde nuestro punto de vista-, la familia sigue siendo el corazón de la sociedad, el cemento que nos mantiene unidos. La educación sexual, pues “debe tratar de los valores que los alumnos necesitan para desarrollarse y mantener unas relaciones de modo responsable y ético”.
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