El médico salmantino José Ángel Martín Oterino creó la ONG ‘Amigos del Cayapas’, que desde el año 2011 atiende a una serie de comunidades del norte de Ecuador de difícil acceso, tan solo por el río
Con esta experiencia le cambió la vida y, como reconoce José Ángel Martín Oterino, especialista en Medicina Interna en el Complejo Asistencial de Salamanca, “te hace tener otros puntos de referencia y dar mucho más sentido a lo que tienes”. Desde el año 2011, cuando conoció las comunidades que rodean al río Cayapas, al norte de Ecuador, nunca jamás se ha desvinculado de su población. Dos años más tarde creó, junto con otros compañeros de profesións la ONG ‘Asociación Amigos del Cayapas’, que en el dialecto de la zona es ‘Cayapa pi chulla kumani’, y acuden a la zona cada seis meses en diferentes expediciones formadas por cuatro médicos, cuatro enfermeras y dos no sanitarios. Esta ONG cuenta con el apoyo del Colegio Oficial de Médicos de Salamanca dentro las ayudas a la cooperación internacional, algo que agradece Martín Oterino. “La idea de este proyecto es llegar donde las autoridades del país no pueden, y siempre trabajamos en coordinación con ellas y sus necesidades”, detalla este médico salmantino. Cada vez que acuden a esta zona de Ecuador llevan consigo material sanitario y medicamentos para repartir de forma gratuita a quien lo necesite. Cada día, el grupo se divide en dos para recorrer las comunidades que existen en torno al río. Las más alejadas están a siete u ocho horas del lugar donde tienen el centro base, San Miguel. “En esa zona viven unas 10.000 personas, la mayoría de etnia chachi, así como afroecuatorianos o mestizos”, puntualiza. Su estancia suele prolongarse durante unos 15 días, aunque pierden varias jornadas en el viaje, ya que el último tramo hasta llegar a San Miguel se realiza solo en canoa, el medio en el que se desplazan al resto de comunidades que atienden allí. En cuanto a la asistencia que realizan, ven tanto a pacientes con patologías agudas, infecciones, como enfermedades crónicas también habituales en España, como la hipertensión o la diabetes. “Las enfermedades que hay son bastante sencillas, como las qu se ven en Atención Primaria, como procesos infecciosos, respiratorios, cutáneos, etc.”, enumera el doctor Martín Oterino. Cuando llegaron allí vieron muchos casos de sarna, pero como pueden tratarlos cada seis meses (tiempo que tardan en volver a viajar allí), “se ha reducido en un 20% respecto a lo que veíamos al principio”. Lo más habitual en los niños es la desnutrición, “más frecuente de lo normal”, y su esperanza de vida es inferior, ya que los más ancianos tienen unos 60 años. “Allí la gente no tiene nada, pero son, a su manera, igual de felices que nosotros, y siempre te reciben con una sonrisa; son muy agradecidos, es muy enriquecedor”, sentencia. Su ONG siempre está abierta a recibir nuevos voluntarios o socios que quieran apoyar este proyecto, que cuenta con una página web.
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