Por Iluminado Oliva
Cirujano
Casi toda la gente ha oído hablar o sabe qué es la marihuana, la cocaína, la heroína (el caballo), la morfina o el alcohol: drogas. Pero el fentanilo es menos conocido.
Es un opioide —es decir, procede del opio, una sustancia que se obtiene de un tipo de amapola, la adormidera—, un producto sintético derivado de la morfina, unas 100 veces más potente que ella.
El nombre se lo da su fórmula química, que deriva de una construcción o síntesis de laboratorio en la que intervienen, entre otros, el bromuro de feniletilo y la anilina.
Se produce en diferentes países, como México, Afganistán, Myanmar, Siria, China…
Los intereses económicos por el control del opio en el mundo han sido históricamente motivo de enfrentamientos armados múltiples. Provocaron dos guerras del opio (siglo XIX) entre diferentes estados, como Reino Unido y China. Las muertes y patologías derivadas de la ingesta de esta sustancia en China fueron tan numerosas que en 1813 se prohibió totalmente su uso en aquel país.
El fentanilo se sintetizó por primera vez en Bélgica en el año 1960, por tanto, es una droga relativamente moderna.
Produce una analgesia total, inhibe la acción de las neuronas, una gran depresión respiratoria, sedación…
Se fabrica de forma legal e ilegal, y su consumo es una fuente de dinero importante.
Esta es una droga que está de moda en Estados Unidos, una epidemia de uso también recreativo, sobre todo en zonas como San Francisco, Los Ángeles, Filadelfia…; allí es la que más muertes produce de todas las que se consumen actualmente, y sus cifras van en aumento. El número de fallecidos por este fármaco en aquel país es tan elevado que el Gobierno intenta suprimir el tráfico ilegal que pasa por fronteras como la de México.
En España se está también incrementando su consumo1, aunque, por suerte, no tanto como en Estados Unidos, ya que tenemos un sistema sanitario público desarrollado y, así, su uso fraudulento es mucho más difícil.
Bien empleado, es un magnífico analgésico, calma los dolores de difícil tratamiento: grandes quemados o traumatizados, dolores por cáncer… Con control médico, es muy útil asociado al propofol (un anestésico de acción rápida) para realizar las colonoscopias u otras exploraciones médicas especiales, que antes eran muy dolorosas y molestas.
Efectos indeseados: estreñimiento, sedación, depresión de los centros nerviosos y respiratorios, apnea del sueño, síndrome de abstinencia, adicción, bradicardia, náuseas, vómitos… muertes.
Hay varios famosos que han fallecido por su intoxicación, exceso, sobredosis y/o adulteración, sobre todo en Estados Unidos.
Como varias de estas drogas, puede producir también un efecto paradójico, es decir, cuanto más fentanilo se toma, más dolor.
Solo debe usarse bajo prescripción médica, no se debe emplear si se conduce, ni durante el embarazo…
Se puede aplicar por vía nasal, subcutánea, sublingual, oral, intravenosa, epidural, rectal…
Con la colaboración del Dr. Francisco Rey Sánchez, psiquiatra del Hospital Universitario de Salamanca
Bibliografía:
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