Coto a la amenaza de las pseudociencias

El Colegio de Médicos de Salamanca intensifica su lucha contra todo tipo de tratamientos sin evidencia científica con la creación de un Observatorio y otras acciones para advertir a las asociaciones de pacientes, realizar una guía con los profesionales que ofrecen pseudoterapias y exigir a la Administración que regule estas prácticas peligrosas

Lo que no podemos admitir es el engaño a los pacientes, y mucho menos si detrás sólo existe un interés económico para vender productos, en la mayoría de los casos muy caros, o con el objetivo de reclutar usuarios hacia una determinada pseudoterapia, porque la única terapia válida es la que tiene evidencia científica”. Con estas rotundas palabras, el presidente del Colegio de Médicos de Salamanca, el doctor Santiago Santa Cruz, muestra su absoluta disposición a luchar contra las llamadas pseudociencias para proteger la integridad de los pacientes aplicando un Código Deontológico de la profesión que es muy claro en dos aspectos fundamentales: el médico debe trabajar bajo la premisa de la verdad y la evidencia que ofrece la ciencia, y, además, nunca puede actuar en beneficio propio, sino por la salud del paciente. “Si no es así, tenemos un grave problema”, añade.

Para ello, se creará un Observatorio “de seguimiento y denuncia de estos engaños en Salamanca a fin de alertar a los ciudadanos y a las asociaciones de pacientes, así como denunciarlos ante las autoridades competentes”, añade el doctor.

Sin embargo, la realidad muestra cada día el consumo de todo un elenco de tratamientos, en muchos casos ofrecidos también por profesionales sanitarios, que no vienen avalados por un método científico y que, sin embargo, atraen a miles de usuarios convencidos de su bonanza, una situación que está poniendo en jaque a los Colegios de Médicos, los principales garantes de que sus colegiados ejercen la Medicina de acuerdo a las premisas citadas: veracidad y servicio al paciente. De hecho, esta primera semana de junio de 2018, la Organización Médica Colegial (OMC) ha vuelto a emitir una declaración para dejar claro que se rechazan, “por inaceptables y contrarias a la deontología médica, todas las prácticas invalidadas científicamente, y se consideran las mismas ajenas a la ciencia y la profesión médica”, y así se recogerá expresamente en el contenido del futuro Código Deontológico, actualmente en revisión.

Asumir responsabilidades

Con todo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) advierte de que el médico que ejerza y aplique “técnicas o terapias no reconocidas legalmente ni avaladas por la comunidad científica ni académica tiene el deber de informar adecuadamente a sus pacientes de manera entendible y asumir, si es el caso, todas las obligaciones y responsabilidades jurídico-legales, profesionales y deontológicas que puedan derivarse”. En este sentido, el Colegio de Salamanca anuncia que emprenderá las acciones legales pertinentes “si detectamos cualquier práctica que haya sido lesiva para un paciente, bien porque acuda a nuestra sede y nos lo comunique, o bien porque acuda al hospital o a otro centro sanitario con esos daños”, asegura el doctor Santiago Santa Cruz. Del mismo modo, se exige a la Administración, ya sea el Gobierno central, la Junta de Castilla y León o los ayuntamientos de Salamanca, una mayor regulación en el ejercicio a la hora de conceder licencias para los profesionales que emprenden una consulta, a veces con este tipo de tratamientos no validados.

El presidente del Colegio de Médicos, Santiago
Santa Cruz, pide a los pacientes que consulten a
un médico o a un fisioterapeuta antes de acudir
a masajistas sin titulación.

Listado de profesionales y reuniones con asociaciones“

Desde el Colegio vamos a intentar elaborar un listado con todos los médicos de ejercico libre y conocer qué actividad están realizando, porque llevamos años pidiendo a la Administración qué nos diga quién está ejerciendo y en qué puestos, y nos niega esos datos. Nosotros podemos responder del registro de los médicos que están colegiados, pero no todos lo están, porque todavía no hay un decreto nacional que lo exija formalmente, a pesar de que lo recoge la Constitución española”, asegura el presidente de la institución colegial salmantina.

E incluso se muestra dispuesto a fomentar encuentros con los profesionales que defienden este tipo de tratamientos, “para discutir y acotar su evidencia científica”, y por supuesto, se organizarán reuniones periódicas con las asociaciones de pacientes para advertirles de los riesgos a los que pueden verse sometidos. De momento, se suspenderán o no se autorizarán todas las charlas en el Colegio de Médicos que difundan terapias alternativas y se contactará con las agrupaciones de pacientes que anuncien eventos de este tipo.

Al final, el problema que subyace a todo este movimiento ‘alternativo’ que conjuga los productos naturales con el boca a boca y todo un montaje de márketing –que va desde las conferencias personales hasta el poder extremo e incontrolado de las redes sociales–, es el aprovechamiento de la “vulnerabilidad” de los pacientes, sobre todo aquellos que sufren una enfermedad crónica, grave o incurable, y se ven obligados “a agarrarse a un clavo ardiendo” porque, “aunque la Medicina ha avanzado mucho, no lo cura todo”, en palabras del doctor Santa Cruz.

Por eso, es fundamental que el Gobierno acabe con este “vacío legal” que muchos aprovechan para vender sin más; “hay que sentarse a dialogar con todos los implicados y establecer que aquello que no tenga un claro beneficio para los pacientes esté sujeto a una normativa, que se prohíba su publicidad, que se advierta de los efectos nocivos o que se castigue si es necesario”, añade el presidente del Colegio. Todo un camino por recorrer que no se basa ni en la negación ni en ningún dogma, pero “a día de hoy lo único que podemos asegurar en salud es el método científico; no podemos decir que algunas terapias no sean beneficiosas, el problema es el engaño”.

Hasta cien tratamientos sin evidencia

Abrazoterapia, aromaterapia, arteterapia, auriculoterapia, hipoterapia, cromoterapia, diafreoterapia, fascioterapia RDS, fitoterapia, frutoterapia, gemoterapia, geocromoterapia, hidroterapia, hidroterapia del colon, orinoterapia, pranoterapia… Otras más exóticas, como Energía Qi o el fosfenismo, y las más conocidas, como la quiropraxis, la reflexología, la meditación, la homeopatía o la acupuntura; todo un elenco de remedios que se presentan como ‘mágicos’, pero que no van más allá del efecto placebo, y en algunos casos esconden un grave riesgo.

“Hay un problema serio con los tratamientos naturales, porque igual en sí el producto no causa daño, pero si interacciona con algún medicamento que está tomando el paciente, le puede generar toxicidad. Muchas veces van al médico y no comentan si están tomando algo de un herbolario o cualquier otro trata￾miento, y empiezan los problemas”, apunta el presidente.

Así, en relación con los enfermos, explica Santiago Santa Cruz , nos encontramos ante un conflicto realmente “muy complejo”, primero porque ni siquiera existe un nombre concreto para aglutinar las cientos de alternativas terapéticas existentes; y después, porque aunque todas carecen de método cientítico de evaluación, algunas han publicado estudios para avalar sus tratamientos, por ejemplo la homeopatía y la acupuntura.

Asignatura en Farmacia

De hecho, la homeopatía ha sido una asignatura optativa en las universidades españolas, aunque ahora esté practicamente erradicada. Este mismo mes, la Junta de Facultad de Farmacia de la Universidad de Salamanca votó la sustitución de la asignatura optativa de Medicamentos Homeopáticos por la de Atención Farmacéutica, y dejar de ser así la única Universidad pública que aún contaba con esta asignatura.

“No significa que sean ineficaces al cien por cien, pero no podemos afirmar que haya evidencias de utilidad. En el caso de la acupuntura, han salido estudios que prueban su utilidad para algunos dolores de forma temporal, como en la migraña, pero no va más allá de un efecto analgésico. También hay constancia de que algunas terapias alivian, pero el mismo alivio que el efecto placebo”, explica Santa Cruz. En definitiva, y siguiendo las pautas del Observatorio de la OMC contra las Pseudociencias, Pseudoterapias, Intrusismo y Sectas Sanitarias, creado por la Asamblea General el día 24 de marzo de 2017 y en cuyas directrices se mirará el Colegio de Salamanca, “el médico tiene el deber de prestar a todos los pacientes una atención médica de calidad humana y científica, ofreciendo el mejor tratamiento posible basado en la mejor evidencia científica”.

Leyes de protección a los pacientes

Además, la profesión necesita profundizar en la relación médico–paciente, la comunicación personal y social, la confianza mutua y la humanización para evitar la desviación hacia las pseudociencias.

El intrusismo en la profesión médica, tras su preocupante aumento por el uso de las nuevas tecnologías, solo puede ser combatido con leyes, por lo que la OMC pide a las autoridades que establecezcan disposiciones estrictas que protejan a los pacientes tratados con prácticas del entorno de la terapias complementarias y/o alternativas, y cuando se descubra que es dañino, debe haber un mecanismo que detenga o limite considerablemente dichas prácticas para proteger la salud pública y el entorno de los pacientes afectados y sus familias.

“La creación del Observatorio de la OMC ha sido un avance muy importante para tomarse en serio la amenaza de las pseudociencias, trabajar de forma coordinada y presentar conclusiones para lograr nuestro objetivo”, concluye Santa Cruz.

El nuevo Gobierno, decidido a poner orden

√ Imparables desde Riga a Valladolid

El Consejo de la Asociación Médica Mundial (AMM), reunido recientemente en Riga (Letonia), dio el visto bueno a la propuesta de ‘Declaración sobre pseudocien￾cias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias’presentada por la OMC, lo que supone trasladar el documento a todas las organizaciones médicas nacionales integradas en dicha Asociación. Por su parte, la nueva junta directiva del Colegio de Médicos de Valladolid, que lidera José Luis Almudí, se es￾trenó con un contundente comunicado en el que se rechaza frontalmente las pseudociencias. El presidente incluso alertó ante Sanidad de un curso dirigido a “profesionales sanitarios y no sanitarios en el que se ofrece formación sobre alergias sin evidencia científica”.

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